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Crónicas de la Justicia

¿Qué sabía y ocultó el gobierno provincial?

Muerte de bebés sanos en el Hospital Neonatal de Córdoba

El conocimiento de que las autoridades provinciales tenían información del caso al menos desde septiembre de 2021 determinó la renuncia del ministro de Salud de la provincia, Diego Cardozo. A través de la cobertura de Enfant Terrible y La tinta —portales cordobeses que integran la Red de Medios Digitales— hacemos un repaso de la investigación, del oportunismo electoralista en torno a la causa y de la falta de respuesta a las familias.

Por: Redacción Perycia
Foto: La tinta y Enfant Terrible (portada Télam)
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Reproducimos información publicada el 22 de agosto por Enfant Terrible

Tras la fuerte crisis por la muerte de cinco bebés y la intoxicación de al menos otros ocho en el Hospital Neonatal Ramón Carrillo de la Capital cordobesa, el fiscal Raúl Garzón, que lleva adelante la investigación, hizo detener a una enfermera de 27 años, señalada como la principal sospechosa, imputada por «homicidio». Además, hay tres acusados por omisión de los deberes de funcionario público: la exdirectora del nosocomio, Liliana Asís; un jefe de Neonatología y un responsable de la misma área.

Hace casi dos semanas el caso conmociona al país, al tiempo que se sumaron denuncias de mujeres cuyos bebés fallecieron o se enfermaron en circunstancias que aún no tienen precisión, tratándose de niños sanos y sin patologías previas. A su vez, este caso visibilizó la violencia obstétrica sufrida por las madres durante su estadía en el hospital.

Individualizar la responsabilidad

El fiscal de instrucción del caso, Raúl Garzón puso en el centro de la investigación a Brenda Agüero la joven enfermera oriunda de Río Ceballos, que desde 2018 trabajó en el Sanatorio Allende y en 2020 se trasladó al Neonatal (durante el período más intenso de la pandemia del Covid-19). Según la madre de la joven, en diálogo con Cadena 3: “Ese fue su error, quedarse en ese lugar donde pasan tantas cosas” y luego precisó que “el trabajo (de su hija) en el Neonatal es con las mamás, ella se queda asistiendo a las mamás de los recién nacidos» y añadió que “no hay nadie que pueda decir que la haya visto con una jeringa en la mano”.

Las aseveraciones de la madre fueron constatadas por la Fiscalía que dirige Garzón, aunque sí se pudo corroborar a raíz de los testimonios recuperados en los últimos días, que en algunos casos Brenda alzó bebés para acercárselos a las mamás. Por otro lado, la descripción de los compañeros de trabajo de Agüero es que se trata de una persona «dedicada, sumisa y muy trabajadora».

No obstante la detención, las familias de las víctimas no han obtenido una respuesta completa sobre el motivo o momento exacto de los pinchazos con sustancias nocivas que habrían ocasionado las muertes de bebés, ya que no hay registros en las cámaras del hospital, ni testigos que puedan aportar datos; tampoco hay secuestro de jeringas o de ampollas.

Pistas de un encubrimiento

El pasado 15 de agosto, a través de la cuenta de Twitter, el Gobierno de la Provincia anunciaba su intención de constituirse como querellante en la causa del Neonatal. El anuncio no fue bien visto por distintos sectores sociales, de la política, sindicales y periodísticos que acusaron al oficialismo de buscar encubrir la investigación y mantener a Agüero como «la enfermera desquiciada» evitando así mayor profundidad que pudiera traer consecuencias políticas.

Por lo pronto, el ministro de Salud, Diego Cardozo, se mantiene en su puesto cubierto en la escena por la ministra de la Mujer, Claudia Martínez, quien ofrece acompañamiento a las madres desde el Polo de la Mujer, y por Julián López ministro de Justicia y Derechos Humanos, quien acerca las mujeres a (el gobernador Juan) Schiaretti y facilita las reuniones.

La «cortina de humo»

Otra de las cosas que se reprocha al Gobierno Provincial, es que habría tenido información sobre las muertes en el Neonatal mucho antes de que trasciendan. De esta manera, desde el Ministerio de Salud habrían iniciado una investigación, sin recurrir al Poder Judicial, así evitando que trascienda a otros ámbitos estatales y corra riesgo de filtrarse.

Exactamente un mes antes de que estalle la olla, el pasado 10 de junio el vicegobernador Manuel Calvo junto a Cardozo, visitaron el Hospital a raíz de una inversión de 72 millones de pesos en aparatología. Ese mismo día, la periodista Mimi Spicher lanzaba una primicia en la Radio Rock and Pop, donde anticipaba que circulaba información sobre una investigación interna en la institución por la muerte de bebés, iniciada en septiembre de 2021.

A raíz de esta información, la colega describía como «cortina de humo» a la visita de Calvo y Cardozo, ya que la investigación había iniciado un casi un año antes. En ese sentido Spicher cuestionó que, apenas un día después de que las muertes tomaran estado público “oh casualidad, ya tienen a la persona responsable de las muertes de (quién sabe cuantos) niños y niñas recién nacidas. ¿Y qué hay del silencio de las autoridades? ¿Cuándo pensaban hacer público esto? Las últimas muertes fueron en JUNIO!”, cuestionó la periodista vía Twitter.

Oportuna oposición

La oposición nucleada en la mesa provincial de Juntos por el Cambio, que en Córdoba contiene a las principales figuras de la coalición como Mario Negri, Luis Juez, Rodrigo De Loredo y Ramón Mestre, aprovechó el desborde del Gobierno para hacer una aparición pública, en papel de repudiar estos tristes hechos. El pasado 16 de agosto realizaron una conferencia de prensa en el lujoso Hotel Amerian, donde se refirieron a los «graves acontecimientos que sucedieron en el hospital Materno Neonatal y que el gobierno de Córdoba ocultó a los cordobeses». Podría decirse que la tardía reacción (una semana después que los hechos tomaron estado público), también coincide con un error de cálculo al centrar sus figuras políticas por sobre el acompañamiento a las familias que tienen como principal punto de encuentro el propio Neonatal.

Boom mediático y necropolítica

Reproducimos información publicada el 25 de agosto por La Tinta, con la firma de Santiago Torrado.

Un manto de incógnita sigue cubriendo los hechos del Hospital Neonatal Ramón Carrillo. Si bien la causa se encuentra bajo secreto de sumario, en las últimas horas, se confirmó que dos de los cinco bebés fallecidos a poco de nacer murieron por exceso de potasio en sangre. Según el informe publicado tras la realización de las autopsias, los cuerpos presentaban “sustancias tóxicas incompatibles con la vida”, que habrían sido intencionalmente inyectadas.

En este contexto, desde los medios de comunicación masivos de la provincia, se viene desarrollando una fuerte campaña de criminalización contra el personal de salud y, en especial, contra la única imputada, Brenda Agüero, de 27 años y oriunda de Río Ceballos. Ante la presión mediática, el pasado lunes, los trabajadores del Neonatal impulsaron un “abrazo simbólico” al hospital para solidarizarse con los familiares afectados y pedir “trabajar en paz”. Asimismo, tanto los compañeros de trabajo de Agüero como su madre, señalan que la función de la joven consistía en asistir a las madres, no a los bebés, y aseguran que difícilmente haya podido “inyectarlos”.

Por otro lado, las dimensiones políticas del escándalo se hunden en un mar de confusión sin depurar responsabilidades, ante la perplejidad de toda la provincia y del país. El gobierno mantiene blindado al ministro de Salud, Diego Cardozo, que no acudió a la Legislatura provincial a dar explicaciones, a pesar de que tenía conocimiento de ciertas irregularidades en el Neonatal, al menos desde noviembre de 2021, según confirmaron fuentes del hospital a La tinta. [ Ayer por la mañana Cardozo dio a conocer su renuncia a través de su cuenta oficial de Twitter].

La oposición de Juntos por el Cambio, fiel a su estilo necropolítico, dio una conferencia de prensa en el hotel Amerian donde hablaron directamente de “encubrimiento”, pidieron la renuncia de Cardozo e incluso invitaron al ignoto legislador porteño, Roberto García Moritán, a hacer campaña con la muerte de los recién nacidos en su gira por la provincia, que mira con anhelo a 2023.

Por último, el opo-oficialismo de Encuentro Vecinal denunció —paradójicamente— la “intromisión política” del gobierno en la causa. La legisladora María Rosa Marcone señaló que “no correspondía” que el fiscal Garzón (de conocida sintonía con el schiarettismo) se hiciera cargo de la causa y deslizó que, tras la “bomba mediática, ya tienen una detenida. Es cuanto menos para estar atentos”.

En medio del fuego cruzado de la política, La tinta decidió dialogar con un trabajador del hospital Ramón Carrillo, que pidió reservar su identidad.

—¿Es cierto que la Provincia tenía conocimiento de irregularidades sucedidas en el Neonatal, al menos desde septiembre de 2021? ¿Existía una investigación en marcha en el hospital desde entonces? ¿Qué se investigaba?
—Sí hubo investigaciones, primero, internas y, a los pocos días, comenzaron investigaciones formales con autopsias incluidas, entrevistas a las personas involucradas, aquellas que habían trabajado en el área esos días. Se investigaba lo sucedido, los decesos, sus causas y las fallas en el sistema. 

—¿Qué opinás de la imputación de Brenda?
—Sobre la imputación de Brenda, no puedo elaborar aún un juicio de valor, solo temo por su integridad física dentro de la cárcel. 

—El cuerpo de enfermerxs del hospital emitió un comunicado solicitando responsabilidad a los medios en el tratamiento del caso. ¿Qué rol creés que están jugando mientras dura la investigación?

—El rol de los medios de comunicación fue fundamental en la creación de un espectáculo de horror. Nosotros veníamos preocupados por lo sucedido, estábamos siguiendo las investigaciones y, cuando esto trascendió, hicieron públicos muchos datos que nosotros no conocíamos. Hubo colegas que salieron a hablar y dar discursos para acompañar a espacios políticos de ultraderecha, espacios llenos de odio, eso nos golpeó fuerte emocionalmente.

—¿Hay o hubo diálogo con autoridades del Ministerio de Salud en los últimos días? 

—Sí, hubo acompañamiento por parte del Ministerio de Salud; estamos todos preocupados y ellos también. No tengo nada más para agregar.