Publicada 5/11/2025
Magdalena lleva 15 días trabajando en Radio Cadena Cool FM. Redacta breaking news para el portal web, arma el informativo a cada hora y cubre la calle. Su labor puede definirse como multitasking pero ella está contenta. La radio tiene tecnología de última generación, el sueldo está bien y su jefe, dueño de la radio, la trata con respeto y simpatía.
Esa mañana, la locutora que está de turno se equivoca de botón. Tiene experiencia auto-operándose porque esa es la modalidad de trabajo del medio: las locutoras también se operan. Pero algo pasa y ese botón la saca del aire.
El dueño abre la puerta y empieza a gritar:
–¿Vos sos pelotuda? ¿Cuántas veces te dije que ese botón no lo podés tocar? ¿Puede ser que seas tan tarada?
La locutora es compañera de primera mañana en la radio del dueño. Es, además, su novia. Y está embarazada de unos seis meses.
Queda un tenso silencio.
–Ella estaba parada con la panza así y el chabón le gritaba, le gritaba, le gritaba– dice Magdalena en una charla con Perycia.
Después, recuerda, él giró a verla y le dijo:
–Despreocupate Magui que a vos no te estoy cagando a pedos. Vos tranqui, que todavía te falta terminar el mes de prueba.
Corría el 2017. Ese fue el primer episodio de violencia, laboral y de género, que presenció en el lugar. Sería el primero de muchos.
Su entonces jefe terminaría preso 8 años más tarde, por delitos graves de violencia de género.
***
Agustín Raimondo, 38 años, platense, “criado en radio” –según su bio en X– por Juan Alberto Badía. Locutor y conductor. Empresario de medios. Embargado por ARBA, la agencia de recaudación bonaerense. Deudor. Insolvente. Preso, hasta ahora en la alcaidía Pettinato de Olmos por el delito de lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y contexto de violencia de género, y dos desobediencias judiciales. Con excarcelación recientemente negada por el Tribunal Oral N° 1, que en un tiempo todavía incierto va a juzgarlo. Con ocho demandas en su contra en el fuero laboral (por despidos), dos pedidos para litigarlos gratis y dos sentencias en su contra que las partes ganadoras, hasta ahora, no han podido cobrar.
Hasta hace poco, Raimondo era un personaje ignoto para medios nacionales como Infobae o Telefe, que cubrieron su entrega y posterior detención el pasado 17 de octubre. Pero era todo – menos eso – para los trabajadores y las trabajadoras de prensa de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, donde Raimondo desplegó su multimedio Cadena Cool: la radio COOL 103.7, el portal digital LaPlata1, y recientemente el canal Miro Stream. Según varios artículos periodísticos1 Raimondo es socio de Martín Rojas, empresario heredero de Test Viajes y ex marido de la diputada electa por La LIbertad Avanza, Virginia Gallardo. Rojas, que es también socio de la agencia Fuega en LUZU, participaría como accionista principal desde 2006 en el Grupo COOL. La radio fue el primer y más conocido producto de la marca: comenzó a emitir como FM en 2012, pero desde 2006 transmitía por internet. Según sus creadores, fue la primera radio online de la ciudad de La Plata. Después llevó sus transmisiones a la Costa y otras provincias.

Quienes transitaron la experiencia de trabajar en COOL 103.7 destacan, de forma casi unánime, dos cosas:
- Casi nunca (o nunca) habían conocido un lugar con tantos y tan buenos recursos tecnológicos: micrófonos, audio, paneles, auriculares, computadoras y celulares con saldo a disposición.
- Casi nunca (o nunca) habían conocido un medio donde se ejerciera semejante violencia contra ellos y/o sus compañeros.
En el caso de Magdalena, trabajó solo ocho meses en COOL y, como varias de sus compañeras fue despedida por WhatsApp, en medio de un reclamo gremial que llevó al staff de una de las radios menos sindicalizadas de La Plata a realizar paro por tiempo indeterminado.
Antes, Raimondo le había pedido cosas insólitas. “No sé qué habría pasado, pero estaba apretando a (Julio, ex intendente de La Plata) Garro por más guita. La secretaria privada le avisó que no le iba a dar más pauta. Y la mayor cantidad de pauta que recibía Agustín en ese momento era de Garro. Entonces cuando él corta con el pago, Agustín nos deja de pagar. No nos paga un mes, nos pide por favor que sigamos, nos dice que somos todos una empresa de compañeros, que hay que ponerse la camiseta de la empresa, que de acá salimos todos juntos”. Magdalena tenía 30 años y necesitaba, sí o sí, trabajar.
–Mirá, Agustín, yo a partir de mañana no voy a poder venir porque no tengo plata ni para la SUBE– le dijo ella cuando su situación no dio para más.
–Bueno, pará que en un rato te tiro 400 para que cargues la SUBE.
–No, yo necesito que me pagues el sueldo.
–Y yo necesito que vengas a trabajar.
–Pero vos no me estás pagando, Agustín.
–No, bueno, andá a pedirle la plata a Garro. Garro tiene tu plata.
No fue solo una vez. Fueron varias las oportunidades en que Magdalena debió acercarse a eventos públicos para consultarle al entonces intendente, con más o menos vergüenza, por qué no habilitaba la pauta para Cadena COOL.
“Me acuerdo un evento en Plaza Malvinas, al que Agustín me había mandado a interpelar a Garro públicamente para preguntarle por qué no le estaba pagando la pauta. Su argumento fue: si no lo hacés, no te pago o te vas, date por despedida. Yo pensaba: ¿qué hago acá si el chabón ni siquiera nos está pagando?”. Finalmente, tras conversar con algunos asesores del entonces mandatario PRO, logró sacar alguna breve declaración antes de que Garro se escabullera de la prensa.
Unos meses atrás, algo parecido había pasado con un diputado. Raimondo le había pedido a Magdalena que entrevistara a Gabriel Monzó, hombre que se rehusaba a dar notas. “Yo le dije ‘Mirá Agus, tengo otras notas pautadas, pero Gabriel no da entrevistas nunca’. Él me contestó; ‘O conseguís la entrevista o date por despedida’. Yo estaba como desesperada, y no sé por qué se dio la casualidad de que me lo encontré a Gabriel en el ascensor del Senado. Se trataba el Presupuesto 2018. En el ascensor yo estaba con los ojos súper brillosos. Le dije: ‘Mirá Gabriel, estoy en esta situación’, y le conté. Él me dijo ‘No te preocupes, vamos a sacarnos una selfie y yo le escribo a Agustín’. Ese día Gabriel me salvó el trabajo”, cuenta Magdalena emocionada. Pero no se le escapa cierta reflexión sobre ese y otros episodios. Después de ser echada y sufrir amenazas por parte de Raimondo, fueron pocos los que, en el ambiente de la política, se solidarizaron: “En su momento eran un montón de sectores de la política que lo bancaban, a los que yo he ido a golpear puerta y decir, ‘chicos, no pueden bancar más a este tipo’. Y miraban para otro lado”.
La situación de Magdalena fue límite porque el contexto apretaba. En pleno 2017/2018 no abundaba el trabajo (más bien abundaban los despidos) y las condiciones de Raimondo, aunque violentas, eran “superadoras” teniendo en cuenta la normativa laboral en prensa escrita: en lugar de 7 horas diarias, él les pedía 6; en lugar de usar sus teléfonos podían usar los de la empresa; pagaba casi siempre a término y por lo general, unos miles de pesos más que otras empresas de medios reconocidas en la ciudad, como 0221 o El Día (la vara, igual, estaba baja). Todos estos “beneficios», según se desprende de entrevistas a ex empleados, condicionaron a muchos a hacer todo lo posible por quedarse, aún cuando los niveles de violencia llegaran a extremos que nunca antes habían tolerado.
Magdalena le inició un juicio laboral, que finalmente ganó en 2024 y tiene sentencia firme. Pero, con una risa pesada, define su situación:
— Entiendo que no cumplía con las obligaciones alimentarias para con la hija. Y si no le paga a la hija, ¿por qué me va a pagar a mí?
De los seis ex trabajadores que Perycia consultó para este perfil, ninguno llegó a gozar de aportes patronales ni de obra social. De hecho cobraban en efectivo, en sobres de papel madera. Tres de ellos confirmaron que era la madre de Raimondo, Mónica Isabel de Castro, la que les pagaba. La mujer controlaba también cuántas horas extra había realizado cada uno y las agregaba al monto final.
Basta una consulta rápida por internet para conocer que Raimondo está en Situación 5 de deudores. Es la puntuación de insolvencia más alta, por la cual se lo puede considerar un deudor “irrecuperable”.

Por qué está preso Agustín Raimondo: lesiones graves y desobediencia
La batalla judicial de Florencia Mascioli, expareja de Raimondo y también su ex empleada, marcó el final de un largo ciclo de violencia de género y el comienzo de otro capítulo judicial, con pericias, declaraciones y violaciones de las medidas perimetrales por parte de su ex. La periodista y locutora empezó a litigar desde el momento en que se separó del padre de su hija, alrededor del 2022, pero la violencia venía de antes: según pudo corroborar Perycia, al menos desde el año 2012. Sin ahondar en detalles, Florencia era una joven que vino a vivir y estudiar a La Plata desde una ciudad del interior, con todo lo que ello implica, y no era precisamente una adinerada: vivía en una pensión. Entre 2012 y 2013, le llegó a contar a varios de sus compañeros de COOL que Raimondo había cometido hechos contra ella que ameritaban hacerle una denuncia penal. Ellos le recomendaron que lo hiciera. Pero pasaría una década para que Florencia pudiera poner en palabras (y en denuncias) lo que venía sufriendo.
Mascioli denunció a Raimondo en 2022. Las presentaciones tuvieron su correlato en la Justicia penal y de Familia, donde relató años de agresiones verbales y psicológicas, así como los dos incumplimientos de la medida de restricción que lo obligaba a mantenerse lejos de ella. A fines del 2023, declaró: Raimondo “jamás respetó la medida perimetral hacia mí de no acercarse a menos de 100 metros. Impunemente bajó el vidrio de su auto a plena luz del día, comenzó a filmar a un amigo que me acompañó a retirarla y empezó a gritarle cosas (a su hija). Tengo miedo de que la próxima vez, porque no es la primera vez que lo hace, baje el vidrio del auto y saque un arma y nos mate”. Meses antes, con la perimetral vigente, el empresario había twitteado enardecido contra su ex, entre otras cosas reclamando por el contacto con su hija. La causa estaba en instrucción y, por entonces, no se tomó ninguna medida.
Mascioli se mudó con su hija a otra localidad bonaerense.
Este año, el 9 de octubre, Raimondo viajó 500 kilómetros volviendo a violar la perimetral.
Eso encendió las alarmas de la fiscalía de juicio, que había recibido la causa semanas antes, y motivó su pedido de detención.
El 17 de octubre de este año, Mascioli escribió:
“Se hizo justicia. Fin de mi infierno. Valió la pena tantos años de lucha. La violencia de género sí existe y la justicia también llega.”
Las causas por los tres delitos (lesiones graves psicológicas y dos desobediencias) se habían unificado y elevado a juicio. El fiscal de juicio Juan Pablo Caniggia pidió su detención al considerar que Raimondo continuaba hostigando a la víctima aún bajo órdenes judiciales. Ese pedido derivó en una resolución del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 1 de La Plata, que dio lugar a la orden de captura y posterior prisión preventiva.
Lo fueron a buscar a la casa y también a su lugar de trabajo, pero no estaba. Se entregó el 17 de octubre, dos días después de que el TOC 1 ordenara su captura. Según la resolución firmada por el juez Ramiro Fernández Lorenzo, Raimondo está acusado de lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y el contexto de violencia de género, en concurso real con dos hechos de desobediencia judicial. El tribunal entiende que había pruebas suficientes de su responsabilidad —entre ellas pericias psicológicas y testimonios de ex compañeros de trabajo— y que existía un riesgo procesal, dado que Raimondo había incumplido reiteradas medidas de restricción impuestas por un juzgado de familia. Por eso dispuso su inmediata detención y alojamiento en la alcaidía Pettinato de Olmos. Más tarde, el mismo juez le denegó el pedido de excarcelación. Su defensa, encabezada por el abogado Lucas Goñi, solicitó que le concedieran prisión domiciliaria u otras morigeraciones, pero también se la negaron.
Según fuentes judiciales, hubo un patrón persistente de violencia y desobediencia por parte del empresario de medios. Los jueces determinaron que no fueron sólo hechos aislados ni impulsos desbordados, sino una conducta reiterada de control, hostigamiento y manipulación hacia su expareja y con un claro “desapego a las normas”. Incluso cuando las medidas judiciales le prohibían cualquier tipo de contacto, Raimondo insistía en comunicarse por distintos canales, ignorando las restricciones y también escribiendo compulsivamente a la abogada de la víctima, pese a que ella le aclaraba que no era el medio adecuado. Incluso llegó a amenazar y agredir verbalmente a una jueza del fuero de Familia. Esa necesidad de invadir todos los espacios —físicos, digitales y simbólicos— fue ratificada por informes psicológicos.
La acumulación de incumplimientos llevó a la Justicia a concluir que su libertad implicaba un riesgo real para Mascioli y su hija, y que las medidas alternativas —como la excarcelación o el arresto domiciliario— tampoco eran viables. Su defensa recurrió esta decisión ante la Cámara de Apelaciones y la Sala 1 deberá resolver. En diálogo con Perycia, Goñi explicó que esperan una convocatoria para mejorar oralmente los fundamentos expuestos en el escrito de apelación, y así obtener un pronunciamiento “favorable” que respete las garantías vulneradas de su defendido.
En el marco del juicio oral, que aún no tiene fecha de inicio, los delitos en concurso real podrían implicarle al empresario (que no tiene antecedentes) una pena de prisión que va de los 3 a los 10/12 años.
Contratar y maltratar: la saña de Raimondo contra las trabajadoras mujeres
“Doy fe de que Raimondo maltrataba a Florencia. Fui testigo de eso en muchos episodios”, cuenta a Perycia otra ex trabajadora que prefiere mantenerse en anonimato. Aunque los delitos investigados, elevados a juicio y por los cuales ahora está detenido, no ocurrieron en el marco de una demanda laboral, los testimonios dan cuenta de una práctica sistemática y a la vista de todos. Otro ex empleado cuenta que “nos hacía tener reuniones a todos fuera de hora” en las cuales los sentaba y los iba “cagando a pedos” uno por uno. Todos tenían que observar el “correctivo” del otro y nadie decía nada, presumiblemente por miedo a perder su trabajo. En una ocasión, incluso le pidió a un cronista que se inventara un alias porque su apellido, según él, ‘sonaba mal’ y afectaba la imagen de la radio. También solía hacer comentarios homofóbicos y misóginos: “En la redacción teníamos un bidón de agua y el suelo estaba todo alfombrado. El bidón venía perdiendo, estaba la mancha húmeda y había tomado olor. Y un día el tipo entró y dijo: ‘Ah, qué olor a concha que hay’. Lo dijo en serio, no en chiste. Nos quedamos todas duras: las que estábamos ahí trabajando éramos todas mujeres”, cuenta Magdalena.

Raimondo se auto proclamaba “hijo de Badía” y usaba esa “chapa” para marcar jerarquías dentro del equipo. Con ese discurso de superioridad simbólica, reforzaba su autoridad y demostraba desprecio hacia el resto de sus empleados. Los más jóvenes veían reforzada esa estructura verticalista: una lógica de maestro-discípulo que él usaba para dominar. Según mencionan algunos, la entonces pareja de Raimondo ocupaba un rol ambivalente: era víctima de su violencia pero a la vez, muchos sentían que no podían hablar libremente de él delante suyo.
Fiorella, ex locutora de la radio, recuerda que Raimondo ejercía “un control absoluto” sobre sus empleadas: “En la compu de emisión él estaba conectado en remoto todo el tiempo. Fue una de las primeras radios que tuvo cámaras, y las usaba como cámaras de seguridad. Te controlaba todo: si comías, si agarrabas el celular o si te levantabas para ir al baño”. Cuenta, además, que los gritos eran constantes y a veces repentinos: “Era un amor cuando te hablaba al principio, pero después te gritaba: ‘¿Qué te pasa, sos boluda?’. Te corregía pelotudeces, como si habías dicho una A muy larga. Yo creo que contrataba mujeres porque le servía para generar destrato. Los varones no duraban mucho: uno se le plantó y se fue, pero nosotras, que éramos más jóvenes o teníamos menos herramientas, nos quedamos”, cuenta.
Ella tenía 19 años cuando empezó a locutar en COOL. En diálogo con Perycia, asegura que “a Flor la trataba peor que a nosotras, y delante de todos. Si a nosotras nos basureaba, a ella la basureaba el doble. Yo pensaba: si así la trata delante nuestro, ¿cómo será puertas adentro?”. Fiorella cuenta que aún hoy le cuesta olvidar ese miedo constante, que la marcó fuerte en el ámbito laboral en años posteriores, al igual que a Magdalena. “Me quedé traumada mucho tiempo. Me sonaba el teléfono y me corría adrenalina por el cuerpo. Era como un perro al que cagaron a palos: escuchaba el teléfono y ya me temblaban las manos. Te pagaba bien, pero a cambio te destruía”, asegura la locutora.
Un fotógrafo que trabajaba sin ir a la redacción y que prefirió mantener en reserva su nombre, resume: “Como empleado nunca tuve un problema, más allá de alguna discusión laboral pero solucionable, nada de otro mundo. Conmigo nunca se zarpó, nunca me levantó la voz, nada. Todo el mundo me decía, ‘¿con Agustín Raimondo laburás? ¿con ese hijo de puta?’ Y yo no sabía qué decir. Lo pensaba por dentro y decía, che, ¿qué tan monstruo será este tipo? Después lo veía ocasionalmente en notas, en la Muni. Lo saludaba todo el mundo y yo pensaba, che, ¿será que lo saluda a todo el mundo, lo conoce todo el mundo, lo quiere todo el mundo, o que es un monstruo de verdad? Siempre me hice esa pregunta”.
Mascioli también lo demandó en el fuero laboral platense, como al menos otros siete periodistas2, locutores y/o trabajadores de prensa que pasaron por la Cadena COOL. La violencia quedó registrada en una conversación tuvieron y cuyo audio se presentó como prueba:
–El plus lo tienen aquellos que laburan bien, fuera de la paritaria… Vos estás laburando una hora menos y que cobres como 6 ya es un mega plus.
–Pero tengo 10 años acá adentro.
–Y bueno: si no te gusta andate, renuncia, andá al juez, hacé lo que quieras. ¿Sabés qué? no te voy a dar el plus así aprendés. Yo me separé de vos, vos no sos mi pareja. Sos una basura, por eso me encanta que se haya judicializado, le creo tanto a mi abogada, tanto. Sos la misma mierda, sos vos la que va y negocia mal. Sos una basura, una desagradecida. Laburá 6 horas y ahí sí te doy un plus. No puedo darte más a vos. ¿Qué más querés? ¿Con que justificativo si ni siquiera sos mi mujer?
—Hace 10 años que no tengo un solo aporte y no me jodas porque no soy nada tuyo…
— Haceme juicio. Se acabó, como dice la abogada, y la semana que viene seguramente te cambio de horario en la radio3. Era obvio que esto iba a pasar. Buscate un flaco, yo ya rehice mi vida.
–Lo único que te pido es que empieces a recibir las cartas documento que te están llegando…
–Ah, ¿mandaste carta documento? ¿Sos vos la que manda? Mira vos. No voy a recibir nada.
Efectivamente, Raimondo se negaba a recibir múltiples cartas documento, pero sí “respondía” a través de WhatsApp. Le pedía a Mascioli verse “sin los abogados”, y lo mismo hizo con varios de sus ex empleados, quizás con la esperanza de “arreglar” alguna suma que pudiese pagar de manera informal, confiando en que ellos depusieran su actitud (y sus denuncias).
La dinámica de acoso por mensajes fue sufrida por casi todas las ex trabajadoras consultadas para esta nota. Magdalena llegó a denunciarlo por amenazas: después de haber contado en redes sociales sus meses de maltrato en COOL, se lo cruzó en la Municipalidad y él intentó amedrentarla. Previo a ser detenido, además, el empresario acosó a través de mensajes y llamados a distintos dirigentes del Sindicato de Prensa Bonaerense, enviándoles (entre otras cosas) prueba de la causa iniciada por una denuncia en su contra por abuso sexual infantil contra su hija. Según se pudo reconstruir, ese expediente fue archivado y, producto de las apelaciones de Mascioli, fue desarchivado y continúa en etapa de instrucción. En esa causa Raimondo no está imputado ni procesado.
Pauta opaca: ¿qué hilos sostienen a Cadena COOL?
La radio funcionó, al menos desde 2012, en 45 casi esquina 13. Desde 2022 opera bajo el sello CDC Media S.A, firma que componen Raimondo, su madre y Rojas4. En esa esquina de La Plata sigue funcionando la radio al día de hoy, tres semanas después de la detención del empresario. Como puede inferirse, hay alguien (o varios) que siguen sosteniendo el multimedio. COOL también es receptora de pautas del gobierno nacional, bonaerense y municipal, a veces utilizando su marca y a veces no. Algunos ejemplos: en el período de diciembre del 2020 a agosto del 2021, la Nación le otorgó más de un millón y medio de pesos a la radio y un millón a la web. Entre septiembre del 2021 a abril del 2022, COOL y Laplata1 recibieron poco más de 12 millones por parte del gobierno nacional (en ambos casos, no hay registro de proveedores). Del año 2024 hay registros de que cobró pauta por un millón de pesos del gobierno de la Provincia a través de un proveedor, Venture Media S.R.L. En junio de ese año cobró el mismo monto Laplata1, y con el mismo proveedor. Entre enero y febrero del 2024, CDC Media S.A. recibió más de 3 millones por parte de la Municipalidad platense, monto que fue otorgado a través de un decreto por tratarse de una suma mayor al millón5. En 2025, LaPlata1 cobró en mayo y en agosto dos pautas de 5 millones cada una otorgadas por la Provincia de Buenos Aires. Ambas están a nombre de CDC Media S.A., aunque la firma de conformidad no sería de los propietarios de la Sociedad sino de un apoderado.
Por todo esto resulta reduccionista pensar que las pautas de la radio y su portal son cobradas por una sola persona o proveedor. Además de afirmar que Raimondo se manejaba con la dinámica del “látigo y billetera” –es decir que le “pegaba” a algún dirigente o funcionario para después extorsionarlo y cobrar dinero–, numerosas fuentes consultadas aseguran que el periodista se manejaba con “bolseros” de diferentes espacios políticos. Para los incautos, un “bolsero” es un intermediario informal que se encarga de manejar dinero de forma discreta entre diferentes actores políticos y medios, asegurando que los pagos y cobros lleguen a su destino sin quedar rastros directos del origen de los fondos (una práctica de legalidad cuestionable, comparable con el testaferrismo). Así proveedores, ignotos apoderados y “bolseros” habrían sido piezas clave para sostener el crecimiento económico del multimedio y su dueño, canalizando recursos fuera de la aparentemente magra pauta oficial.
Pese a ser dueño y propietario de todos los medios de Cadena COOL, Raimondo no figura como receptor directo de ninguna de esas pautas. No es dueño tampoco de la oficina de 45 esquina 13, que según trascendidos le alquilaría (a través de alguien más) a las autoridades de la Clínica Mater Dei. Ni de la propiedad en la que vivió hasta ser detenido, un departamento de un piso en Zona Norte de La Plata (de hecho, las facturas de servicios están a nombre de la empresa Fusion Haus S.A, perteneciente a Eleprint, constructora investigada en la causa de de los “cuadernos de la corrupción”). Incluso el auto en el que circulaba, de marca Peugeot, está a nombre de un familiar que vive fuera del país. No tener nada, ningún mueble o inmueble a su nombre, le permite declararse insolvente en las demandas que Mascioli le hizo por alimentos para la hija de ambos. Desde septiembre de este año figura como deudor alimentario.
Su padre (que también estuvo un tiempo preso por presuntas estafas en la venta de viajes por cruceros) operaba hace ya una década su firma “Raimondo Representaciones” en la misma oficina que hoy sigue alojando a la radio.
El empresario de medios es, también, deudor ante el Estado. Al 2025, la causa “Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ Raimondo Agustín s/ Apremio Provincial”, radicada en el Juzgado Contencioso Administrativo N° 4 de La Plata, sigue activa desde su inicio en agosto de 2022, es decir que lleva más de tres años en trámite. El expediente fue iniciado por ARBA para reclamarle a Raimondo una deuda impositiva provincial de $75.229,60, más intereses y costas. Se trata de un juicio de apremio mediante el cual el Estado busca cobrar dinero de impuestos por vía judicial.
Hasta la última actuación registrada (septiembre de 2023), el oficial de justicia no logró notificarlo en su domicilio declarado (falso, o al menos inexistente), por lo que no se concretaron embargos efectivos ni inhibiciones. En términos reales, esto significa que ARBA aún no pudo ejecutar un solo peso, ningún bien ni cuenta bancaria, y que el expediente permanece sin avances procesales desde hace más de un año y medio, a la espera de una nueva orden de notificación.
Quienes cobran pauta oficial, sobre todo en los últimos años, saben que es prácticamente imposible adquirirla en Provincia y municipios teniendo cualquier tipo de deuda en ARBA6. Pero Raimondo pudo sortear este problema de forma prolija, mientras siguió nutriendo su estudio con tecnología de alta gama. Deudor y receptor a la vez.
Entre los banners que aparecen en COOL figuran: Banco Provincia, Provincia NET, Cámara de Diputados bonaerense, entre otros, y varias empresas privadas.

Con respecto a sus vínculos extraoficiales, varias fuentes y algunos medios lo relacionan con la familia Balcedo, dueña del conglomerado del Diario Hoy y la Radio Red 92, que también cuentan con numerosas denuncias (y condenas) judiciales. Otros nombres bailan la danza del supuesto financiamiento gris: nombres de reconocidos políticos del PRO y del entonces Frente de Todos, incluso de sindicalistas más o menos destacados en la capital provincial. Perycia no logró vincularlos fehacientemente por la ya mencionada falta de registros oficiales.
Magdalena reniega de esto y deja una pregunta en el aire:
–No puede ser que este tipo siga teniendo tanta impunidad y todos sigan como si nada. Hoy está preso, pero el portal sigue funcionando. Entonces yo quiero saber: ¿cómo es que sigue funcionando? ¿Por qué sigue funcionando? ¿quién está bancando esto? Obviamente no quiero que ningún compañero se quede sin laburo. Pero hay algo ahí… hay algo ahí.
En el audio presentado como prueba en la demanda laboral de Mascioli contra Raimondo, ambos discuten con el micrófono apagado mientras la radio está al aire. Hablan de sueldos, plus y aportes, él la maltrata mientras suenan canciones clásicas y modernas. En un pasaje, mientras el público oye “Love Shack” de The B-52’s, Raimondo le dice algo contundente, que funciona como amenaza y a la vez como explicación:
–Ojo con lo que comprás porque te voy a auditar todo. No te das cuenta de con quién te metiste. ¿Tantos años conmigo y no te diste cuenta cómo vivo yo, a través del poder?

***
- La exMetro se rebautizó como Metro Power Hits y larga con su programación solo musical – https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/la-exmetro-se-rebautizo-como-metro-power-hits-y-larga-con-su-programacion-solo-musical-nid30092025/
Cadena COOL se expande y abre su retransmisión a más radios en Argentina (2023) – https://www.laplata1.com/2023-04-18/cadena-cool-se-expande-y-abre-su-retransmision-a-mas-radios-en-argentina-88617/#:~:text=Cadena%20COOL%2C%20es%20dirigida%20por,las%20radios%20de%20la%20cadena.
A qué se dedica el marido de Virginia Gallardo: con qué negocio logró hacerse millonario https://www.elesquiu.com/espectaculos/2023/11/13/que-se-dedica-el-marido-de-virginia-gallardo-con-que-negocio-logro-hacerse-millonario-495094.html
Tuit de Agustín Raimondo: https://x.com/agustinraimondo/status/1867673240321303007
Quién es y a qué se dedica Martín Rojas, el esposo de Virginia Gallardo: perfil bajo y multirubro – https://la100.cienradios.com/espectaculos/quien-es-y-a-que-se-dedica-martin-rojas-el-esposo-de-virginia-gallardo-perfil-bajo-y-multirubro/
Tras 6 años, Cadena Cool 103.7 La Plata volvió al streaming de video en vivo https://deradios.com/stream/argentina-tras-6-anos-cadena-cool-103-7-la-plata-volvio-al-streaming-de-video-en-vivo/ ↩︎ - Las causas se distribuyen en los Juzgados Laborales 1, 2, 3 y 5 de la ciudad de La Plata. ↩︎
- Dos fuentes consultadas para esta nota dan cuenta de que Raimondo les cambió el horario o los días de trabajo sin siquiera una semana de anticipación, bajo amenazas de despido. ↩︎
- Fuente: Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires, Segunda Sección, 30/05/2022. Link al BO ↩︎
- La Municipalidad de La Plata no cuenta con herramientas abiertas al público para verificar gastos y montos de publicidad oficial. ↩︎
- Desde septiembre de este año, Raimondo se encuentra inscripto como deudor alimentario. Esto, en la teoría, también debería impedirle cobrar pauta oficial, según la Resolución N° 40 de la Subsecretaría de Medios de la PBA (2017) y la Ley de Deudores Alimentarios.
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