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Géneros

Marcha feminista

Retratos de una gesta colectiva

La huelga feminista paró el país: miles de mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries marcharon el últimas viernes, entre muchas otras consignas, por la ampliación de derechos laborales. Perycia seleccionó a seis luchadoras de distintas profesiones y ámbitos, y el fotógrafo Matías Adhemar las retrató.

Por: Perycia
Foto: Matías Adhemar
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Mora Rusccini tiene 17 años y sus compeñeres la eligieron como coordinadora del centro de estudiantes del bachillerato de Bellas Artes, una figura equivalente a la presidencia aunque compartida y horizontal. Mora se define como militante feminista de secundarios y dice que el 8M paró porque “es de suma importancia ocupar las calles y todos los espacios frente a la oleada neoliberal”. Y dijo: “Levanto la bandera feminista que se le planta a las políticas capitalistas, imperialistas y patriarcales”.

“La negra fue una trabajadora de la comunicación ‘incansable”. Así la definen sus compañeros y compañeras que la han cruzado alguna vez. Estuvo siempre en la calle, marchando por lo que había que marchar: contra el ajuste, los femicidios, los crímenes de odio. Pidiendo por el aborto legal, por una sociedad multicolor, por más infancias libres. “Con ella aprendimos lo urgente de unirnos, de reconocernos como trabajadoras en lucha”, escribió la Colectiva de Trabajadoras de la comunicación de La Plata Berisso y Ensenada para recordarla.

Crédito: Noelia Marone

Malena y Natalia son pareja. Natalia quedó embarazada de Brunna pero a Malena le negaron la licencia de maternidad que se le otorga a las madres gestantes. Le ofrecían en cambio la de paternidad, apenas tres días. Ellas fueron a la justicia, salieron a la calle, hablaron por los medios y se organizaron. Gracias a la lucha colectiva consiguieron la primera licencia por maternidad a una mamá no gestante en la provincia de Buenos Aires.

Elena es una mujer empoderada. En realidad, siempre lo fue. Hace 20 años que se quedó sin trabajo y empezó a salir a la calle a juntar cartones, botellas, lo que encuentra. Hoy tiene 73 años y si bien tiene una jubilación mínima y otro trabajo, la situación económica la sigue obligando a salir a la calle a  sobrevivir como puede. El feminismo también marchó el viernes para que personas como Elena tengan mejores condiciones laborales.

Arpista, estudiante de Dirección Orquestal, Composición musical y Educación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Modelo y bailarina clásica. Militante por los Derechos Humanos. Pero, por sobre todas las cosas, Danielle Germaninova se define como “firmemente feminista”. «Este #8M marché por las trabajadoras sexuales, por la situación de vulnerabilidad que les toca atravesar sin ser reconocidas por el Estado”.

Siempre que se presenta, Marta Vedio lo hace como militante por los Derechos Humanos; porque, aunque haya sido muchas cosas, ese es el eje de su vida. “Me defino feminista”, agrega. “Accedí tardíamente a este conocimiento, a partir de compañeras que me enseñaron a mirar la realidad con perspectiva de género”. El viernes paró, porque así lo resolvieron en asamblea: “Este movimiento está llevando a sectores cada vez más masivos la consciencia de su propia valía y de la posibilidad de autonomía”, sostiene.