Publicada: 4/11/18
Era la mañana del sábado 3 de noviembre y la voz de Myriam Reené Chávez de Balcedo, al otro lado del teléfono, lucía cansada. Lejos habían quedado aquellas épocas en las que Nené, con tono firme, se imponía para dar una orden.
—Andate a tu casa que ya no te puedo pagar, querido.
Con esa frase corta y lacerante le habló a uno de sus empleados más fieles del Diario Hoy desde su casa del Country Abril de Hudson, donde permanece con prisión domiciliaria. El empleado fue uno de los pocos que entró ese sábado a la redacción, que hace días es un «tren fantasma sin dirección», como él mismo graficó.
La llamada telefónica reveló que Nené Chávez de Balcedo, a pesar de su encarcelamiento, seguía manejando los hilos del diario desde su casa. Pero con una certeza ineludible: ya nadie respondía a sus directivas. Incluso los pocos periodistas que quedaban en la redacción -cerca de quince-, a los que les debía un sueldo y medio y les pagaba en negro, trabajaban a desgano, contrariando sus órdenes. Ninguna derrota más dura para Nené que sus propios laderos -los que se habían quedado a su lado, mostrando una tozuda fidelidad luego del desmantelamiento masivo de la redacción- se le volvieran en contra.
Lejos habían quedado los días en que su familia había forjado su pequeño imperio en la capital provincial con el sustento del sindicato y el emporio mediático, los días en los que la organización que lideraba su hijo funcionaba a toda marcha lejos de la tapa de los diarios, entre los pliegues del poder.
—¿Podrá ser un pasaje a Montevideo para el día sábado? Si es posible en primera, recontra re primera especial, que tenga un morocho que abanique, otro que le traiga la copa de champagne para la Señora Nené, por favor, para la madre del jefe —le decía entonces en un mensaje de audio Andrea Carabajal, ex empleada del SOEME y procesada en la causa por el delito de encubrimiento, a la empleada de una compañía de viajes de nombre Alejandra a la que conocía muy bien.
El juez federal Ernesto Kreplak intervino los teléfonos de una serie de personas cercanas al Clan Balcedo para investigar si cometieron estafas contra SOEME. Durante varios meses recolectó diálogos, pruebas documentales, trazó el periplo de cheques y transferencias, analizó las declaraciones patrimoniales. La todopoderosa Nené, procesada y con prisión domiciliaria, podría terminar en la cárcel.
«Este sitio web no puede proporcionar una conexión segura», dice ahora el aviso de google ante el intento de entrar en el portal «diariohoy.net». Acorralada por la justicia, Nené decidió este sábado bajar la web del diario. Nadie sabe si la decisión es temporaria o definitiva, lo que sí se sabe es que esta vez la medida no es una amenaza para hacer funcionar la redacción de manera precaria, sino el síntoma del ocaso. En su círculo íntimo, ya no hay voz que se atreva a defender al clan Balcedo: ni en la intimidad de las confidencias.
Fue una caída vertiginosa. Todo empezó a desmoronarse hace menos de un año, cuando su hijo Marcelo Balcedo, que entonces dirigía el diario, cayó detenido en su chacra uruguaya de Piriápolis. Desde que lo reemplazó en la dirección del diario, “Nené” fue despidiendo trabajadores llevando la planta del periódico y la radio «Red 92» de alrededor de doscientos a un puñado de quince o veinte empleados. En esos días, ante la incertidumbre y la deuda que la empresa tenía con ellos, los trabajadores despedidos ocuparon pacíficamente la redacción de la avenida 32. Para entonces, como demuestran las escuchas telefónicas entre Andrea Carabajal y un empleado de SOEME y de Edigráfica SA que no pudo ser identificado, ya tenía decidido el desmantelamiento del diario Hoy.
—¿Cómo andas Andre? Acá estamos en el diario nosotros… lo que quiere hacer Nené es cerrar hasta el lunes… que el lunes venga aparentemente gente nueva eh… y que no entren los que están (…) pero está la gente o sea imagínate que se metieron los del sindicato de prensa, los de ATE, bueno más los de acá más gente que siempre se mete, como que tomaron el edificio, no sé si tomaron, pero van a permanecer en el diario entonces vamos a esperar hasta tarde para sacarla a Nené —le contaba el empleado a Andrea.
Y después le daba detalles:
—El tema que la gran mayoría de la gente de acá no va a quedar, así que es que el quilombo lo tiran para adelante, nosotros de todas formas estamos esperando que reabra el sindicato para presentarnos viste, pero todos estos días estuvimos con el tema este acá en el diario, haciendo tramiterío y bueno ahora estamos desde la una de la tarde acá haciendo el aguante…
Todo es distinto ahora. Ni el personal de seguridad que la escoltaba día y noche en esos días sabe qué pasará con su destino: la puerta del diario está cerrada con un candado. Los últimos fines de semana, la versión en papel había dejado de imprimirse y sólo se sostenía la plataforma digital.
Los abogados de Nené saben que la situación de su defendida es muy complicada. Acusada por formar parte de una asociación ilícita que cometió «administración infiel» en perjuicio del Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación (SOEME), a la otrora impune jefa del diario se le imputa, además, el delito de extorsión de personas. Porque a la vez que participaba del desvío de fondos millonarios hacia el diario -que eran pasados como «contrataciones de servicios de publicidad»-, Nené manejaba a su antojo los empleados del sindicato. «Se observó que la Sra. Chávez usufructuaba para sí no sólo los fondos pertenecientes al Sindicato sino también a sus empleados para diligencias y necesidades de índole personal», dice la resolución firmada por Kreplak.
En su procesamiento, al que accedió Perycia, el juez Ernesto Kreplak describe también cuál fue su rol en el desvío de fondos desde el sindicato que conducía su hijo hacia las cuentas bancarias de Edigráfica S.A., la sociedad comercial del diario: «la emisión de facturas ‘B’ por servicios que no habrían sido efectivamente prestados».
Dichas facturas fueron confeccionadas, al menos, entre el 05/07/2016 y el 09/01/2018, «a nombre del Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación, en el cual su hijo Marcelo Antonio Balcedo se desempañara (…) a partir de diciembre de 2012 y hasta diciembre de 2017 como Secretario General». Estos supuestos productos o servicios por los cuales se facturó al SOEME resultaron ser de dos tipos, describió el juez: 1) prestación de servicios de “asesoramiento integral en aspectos de la política local, nacional e internacional” (sic) para dicha entidad y 2) locaciones de inmuebles de su propiedad, uno en calle 32 n° 426 y otro en la calle 508 n° 2461, ambos de la ciudad de La Plata. Sin embargo, en dichos inmuebles, tanto en aquel entonces como a la fecha, funciona la sede del Diario “HOY” y su imprenta, respectivamente, el cual es de propiedad de la firma Edigráfica S.A., cuya dirección y acciones mayoritarias detenta -99,91%-. Además, en calle 32 Nº 426 funciona la redacción de la radio “RED92” cuyo director resultaba ser también su hijo. El total así facturado fue de $4.247.900 (cuatro millones, doscientos cuarenta y siete mil novecientos pesos), los cuales fueron acreditados en su cuenta corriente en pesos Nº 52585/9, radicada en el Banco de la Provincia de Buenos Aires, mediante transferencias efectuadas por el SOEME».
A su vez la investigación judicial observó que con intervención de la persona jurídica Edigráfica S.A., le habría cobrado al SOEME durante el período comprendido entre el 22/11/2012 y el 03/01/2018 un total de $43.080.991 (cuarenta y tres millones, ochenta mil novecientos noventa y un pesos) «los cuales habrían ingresado a las arcas de la sociedad anónima mediante transferencias interbancarias realizadas desde las cuentas del sindicato. Tales pagos habrían sido consignados como contrataciones de servicios de publicidad con el Diario “HOY”, cuya dirección estuvo tanto a su cargo como a cargo de su hijo Marcelo A. Balcedo de manera alternada desde, al menos, el 01/01/2012 hasta el 04/01/2018. Se destaca que los montos abonados resultan ser excesivamente superiores a los restantes ingresos que registró la firma».