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Crónicas de la Justicia

Pandemia y ciberdelitos

Grooming: los depredadores acechan en cuarentena

Con el aislamiento se duplicaron los ciberdelitos contra niñas, niños y adolescentes. Desde 2013 hay miles de denuncias, pero sólo un puñado de los acusados llegó a prisión. Te contamos el caso de Daniel Alejandro Griffith y su histórica condena por abuso sexual de 20 niñas en 9 provincias. 

Por: Verónica Liso
Foto: Ilustraciones: Juan Bertola
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12/5/2020

Fernanda recibió un mensaje de Whatsapp de un número desconocido.

Decía que era la mejor amiga de su amiga, que tenía 12 años, que le gustaban las mujeres. Fernanda* empezó a hablar con ella. Le contó cosas de su vida, cosas que le gustaban, que le preocupaban, que le pasaban. Hablaron varios meses hasta que su amiga virtual le mandó una foto en ropa interior y le pidió a Fernanda que hiciera lo mismo. Ella lo hizo. Y a partir de ahí empezaron las amenazas.

“si no queres hacer lo no ms queda otra a publicar todo tus fotos y videos a todos tus familiares y amigos por chat privado y en los muros de todos Obio q te tengo en otros face a vos y a tus familiares y amigos y q si me bloqueas automaticamente empiezo a publicar todo…querés o esto siempre quede entre nosotras dos o empiezo?”. (SIC)

Los mensajes llegaban en cualquier momento del día y si Fernanda no contestaba, las amenazas se volvían peores: le decía que conocía a su papá, que era electricista, y le pedía que le pase los números de sus amigas porque de lo contrario le mandaría todo. También le reclamaba que le sacara fotos a la hermana cuando duormía porque sabía que su mamá iba sola al mercado y si no lo hacía, la iba a  agarrar.

Del otro lado de la pantalla, no había ninguna chica de 12 años, estaba Daniel Alejandro Griffith, un hombre de 41 años, nacido en Salto, provincia de Buenos Aires. Un tipo que vivía con su esposa y sus tres hijos adolescentes en Bariloche. Un remisero que iba sin falta a la Iglesia Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Un adulto que en su tiempo libre torturaba a Fernanda y usaba las fotos y videos que ella le mandaba para crear perfiles falsos en Facebook e Instagram y seguir engañando a otras niñas.

Del otro lado de la pantalla estaba Daniel Alejandro Griffith, un depredador.

El grooming en cuarentena

La emergencia sanitaria que provocó el brote mundial de Coronavirus COVID- 19 trajo el aislamiento obligatorio a la Argentina. La suspensión de clases y el encierro sumergió como nunca a los niños, niñas y adolescentes en el mundo virtual. Este contexto, de características internacionales, se convirtió en tierra fértil para el aumento de los ciberdelitos como la pornografía infantil y el grooming. Se multiplican en todo el mundo casos como el conocido en los últimos días, donde un docente de Villa Devoto fue detenido al ser encontrado en su casa con un alumno de 12 años.

“Los casos han aumentado prácticamente al doble. Exactamente un 120%”, le confirma a Perycia Daniela Dupoy, Fiscal Penal Especializada en Delitos Informáticos del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires (CABA).

Aumento de los delitos de explotación sexual infantil entre marzo, cuando todavía no había cuarentena, y abril. Fuente: Departamento de Delitos Conexos a la Trata de Personas, Pornografía Infantil y Grooming del Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires.

El grooming es el acoso sexual de una persona adulta a un niño, niña o adolescente a través de Internet. El modus operandi de los acosadores tiene cuatro etapas: engaño, fidelización, seducción y acoso.

El acosador suele crear un perfil falso en redes sociales, aplicaciones o videojuegos. Se hace pasar por una persona menor de edad para ganarse la confianza y fingir una relación de amistad. Después manipula a la víctima para que le mande fotos o videos con contenido sexual. Cuando lo consigue, chantajea y amenaza al niño, niña o adolescente con hacer público ese material si no envía nuevas fotos o videos o, en algunos casos, si no acepta un encuentro personal.

La seducción

El grooming como delito existe desde diciembre del 2013 cuando, a través de la Ley 26.904, se incorporó al Código Penal. En el artículo 131 establece una pena de prisión de 6 meses a 4 años.

Daniela Dupoy explica que desde el 2014 hasta la actualidad los casos de grooming han ido creciendo año a año entre un 150% y un 200%. Las plataformas más usadas para acosar virtualmente varían con los años y las modas, pero las tres que encabezan la lista son Facebook, Instagram y Whatsapp.

Según los datos del Registro Nacional de Reincidencia hubo 75 condenas por grooming desde el 2016 al 2018, pese a que las investigaciones judiciales abiertas son miles. Solo 12 de esas condenas fueron de cumplimiento efectivo, el resto obtuvieron libertad condicional. El promedio de las penas fueron de menos de 4 años. De las 75 personas condenadas sólo una era mujer, el resto de los delitos fueron cometidos por hombres.

Tras las huellas del acosador

Investigar un delito de grooming es complejo porque los groomers suelen poner mucho esfuerzo en ocultar su identidad. Además de hacerse pasar por menores de edad, crear perfiles falsos, cambian cuidadosamente la forma de hablar, usan líneas de teléfono anónimas y suelen ser muy organizados.

Las encargadas de investigar este delito, con apoyo de las fuerzas de seguridad, son las fiscalías de todo el país. Las investigaciones pueden empezar por dos motivos: la denuncia de un familiar de la víctima o por medio de un reporte NCMEC.

National Center for Missing and Exploited Children, una ONG de Estados Unidos, logró la sanción de una ley que obliga a las empresas proveedoras de servicio de internet que tengan servidores en territorio en ese país a monitorear las subidas de información de los usuarios. Y en caso de detectar situaciones de abuso infantil, plataformas como Facebook, Instagram, Google, Microsoft, Hotmail, Yahoo, deben reportarlo. Esos informes se llaman reportes NCMEC.

Cuando se detecta que la dirección IP, una secuencia de números que identifica a un equipo conectado en una red TCP/IP (Internet Protocol o Protocolo de Internet), está en la Argentina los reportes llegan al Ministerio Público Fiscal de CABA, que es el organismo que los centraliza. Si el caso es en otra provincia se activa la “Red 24/7” de procuradores y fiscales que tiene una persona por provincia que funciona como punto de contacto. Esa persona recibe los reportes de su provincia, los analiza y comienza la investigación.

Según datos del Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires desde el 2015 hasta el 2018 se iniciaron 1350 investigaciones de grooming y 2514 de pornografía infantil. Se realizaron 788 allanamientos y 226 de esas investigaciones se elevaron a juicio.

El depredador que tuvo una condena histórica

La tortura de Fernanda duró seis meses, hasta que pudo contarle a su mamá lo que estaba pasando. La investigación por los delitos de grooming que cometió Alejandro Daniel Griffith empezó en marzo del 2018 cuando la madre de Fernanda, la primer víctima que registra la causa, hizo la denuncia en la comisaría. En abril, se sumaron las denuncias de las familias de Bianca y Sofía*.

“Era un tipo muy inteligente, usaba chips que compraba en kioscos sin identidad verdadera y se contactaba vía Whatsapp”, explica a Perycia David Baffoni, responsable de la Oficina de Investigaciones en Telecomunicaciones (Oitel) del Ministerio Público Fiscal de Río Negro. Su equipo investigó el caso.

Luego de analizar los registros de llamadas y el uso de los teléfonos, Baffoni detectó algo que no le contará a Perycia para no alentar a futuros delincuentes. “Pero ese ‘error’ de su parte me permitió obtener una punta que luego de muchos pedidos de informes a proveedores de teléfonos, de internet y búsqueda en fuentes abiertas nos permitió identificarlo con nombre y apellido”, cuenta.

Hasta ahí una investigación normal. El problema vino después.

“Cuando analizamos los celulares encontramos más de 20 víctimas desparramadas por todo el país. Lo que empezó por dos denuncias pasó a ser algo muchísimo más grande“, aclara Baffoni.

Los fiscales del caso, Martín Govetto y Martín Lozada, formularon los cargos en diciembre del 2018 y hasta el pedido de audiencia de juicio en agosto de 2019 se contactaron con las víctimas en Bariloche, Misiones, Córdoba, Salta, San Luis, Buenos Aires, Mendoza, Formosa y Chaco. Muchas familias se enteraron por ellos que las niñas estaban siendo acosadas.

Algunas de las víctimas de Griffith eran personas cercanas a su familia. Una de las chicas había sido compañera de la escuela de su hija. Para torturalas, usó la información que tenía sobre ellas. Mientras tanto a su propia hija le mandó un video de Youtube sobre los peligros del grooming para prevenirla.

Las víctimas de Griffith fueron todas mujeres, niñas y adolescentes de 11 a 18 años. Cuando les hablaba se preocupaba por simular el lenguaje de una nena, usaba todo tipo de estrategias para lograr que confiaran. Así, por ejemplo, les escribía: “Pensé que podríamos ser amigas y me tratas re mal no te hice nada q yo sepa. Mi unica hermana falleció hace 7 meses y no tengo mucho con quien hablar solo quería hacer amistades para reir un poco ya que todavia sufro…pero perdona si te moleste” “Gracias por nos er tan buena…tipica rechazas a los q tienen kilombos en sus vidas y no dar una mano a los que necesitan amistad ojala nunca te pase lo que me paso”. (SIC)

El juicio duró 5 semanas, con audiencias casi todos los días. Testificaron las niñas presencialmente, por videoconferencia y en Cámara Gesell, sus padres, y los peritos. El fiscal pidió una condena de 43 años de prisión. “Desde la prueba, se pudo recuperar de sus dos teléfonos muchísima información: teníamos evidencias de cómo operaba, cómo las captaba, cómo transitaba las cuatro fases del grooming“, explica Baffoni.

El abogado defensor, Jorge Alejandro Pschunder, intentó alegar que Griffith sufrió un cambio de conducta por un accidente que tuvo en el 2015, cuando se golpeó la cabeza con una amoladora. En su alegato lo comparó con Dr. Jekyll y Mr. Hyde. La defensa quería establecer que era culpable pero inimputable.

En el juicio se pudo comprobar que Griffith no sólo cometió el delito de grooming, también corrupción de menores, producción, tenencia y distribución de pornografía infantil, todo en concurso real con más de 20 menores de edad. Los jueces Bernardo Campana, Ricardo Calcagno y Romina Martini condenaron a Griffith a 34 años de prisión.

La condena fue histórica: la más alta por ese delito en Argentina.

La extorsión

Cómo prevenir y enfrentar el grooming

Según un informe realizado por UNICEF y el Programa Víctimas contra las Violencias en el periodo 2018-2019 el grooming es la tercera forma de violencia más frecuente contra niños, niñas y adolescentes (6,6%). Y en los últimos años viene aumentando.

El programa Con Vos en la Web, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, da algunas recomendaciones a docentes y padres para detectar el grooming y para saber cómo intervenir cuando sucede: prestar atención a los cambios de conducta o humor del niño, niña o adolescente: si repentinamente parece triste, si baja su rendimiento escolar o quiere estar solo/a, si está nervioso/a, o ansioso/a por el uso del celular o la computadora. En esos casos, es importante hablar sin avergonzar o culpar a la víctima para que pueda contar con sinceridad lo que le pasó.

También recomienda reunir todos los datos intercambiados entre el acosador y el niño, niña o adolescente para hacer la denuncia en la fiscalía o la comisaría más cercana. No borrar contenido de la computadora o teléfono celular. Guardar las conversaciones, las imágenes y los videos que el acosador y la víctima se enviaron porque sirven de prueba. Se recomienda hacer capturas de pantalla y guardarlas. Descargar las fotos o cualquier otro material enviado por el acosador para facilitar la identificación de datos útiles en la investigación. Por ejemplo: marca de la cámara, modelo y número de serie, fecha y hora en la que se tomó la foto o el video, la computadora y programas usados.

El Programa también hace énfasis en evitar el impulso de la justicia por mano propia. Por ejemplo, no se debe denunciar al acosador en la red social o plataforma web. Porque el administrador del sitio web puede bloquear como usuario al acosador y se pierde la información para hacer la investigación y el acosador puede crear un nuevo perfil y seguir acosando.

Hay dos líneas telefónicas gratuitas, de alcance nacional y funcionamiento ininterrumpido las 24 horas, todos los días del año, que asesoran frente a las situaciones de violencia sexual y familiar, especialmente niñas, niños y adolescentes, y familiares: Línea 0800-222-1717 contra el abuso sexual, grooming y explotación sexual de niñas, niños y adolescentes y la línea 137 contra la violencia familiar y sexual.

* Perycia cambió los verdaderos nombres de las víctimas para proteger su identidad.