El sábado pasado, en Pedro Luro, de dónde es oriundo Facundo Astudillo Castro, el pueblo entero se movilizó para exigir su aparición. “La gente de Luro salió toda, completa. Toda esa gente es toda la gente de Luro. Salimos todos a reclamar y pedir que Facu aparezca con vida. Hasta el día de hoy Facu no aparece y nos siguen metiendo cosas”, dijo Cristina Castro, la mamá de Facundo, acerca de la marcha que finalizó en la comisaría de la lindera localidad de Mayor Buratovich, donde un cordón policial les esperaba.
La otra cara de la justicia
Ese mismo día, luego de desconcentrar una columna histórica para las dimensiones del pueblo, y siguiendo una pista que resultó falsa, uno de los abogados de Cristina, Luciano Peretto, recibió amenazas del subcomisario Pablo Reguillon, quien luego fue apartado por la División de Asuntos Internos. La amenaza no fue la única traba en la investigación: “Pudimos apartar a la Policía bonaerense por las irregularidades que había. Ahora, con la justicia federal me encuentro con un fiscal que no me atiende, pero sí atiende a un periodista. Un periodista local que sube una noticia tres horas antes de que pase. Un periodista que dice que una testigo, que aparece recién 76 días después, dice haberlo llevado y un medio diciendo que los AVL (siglas en inglés de sistema de localización vehicular) no coinciden”, aseguró la madre del joven desaparecido.
La ubicación de las patrullas
La mamá de Facundo se refirió a la investigación que la propia familia emprendió, por ejemplo para ubicar a las patrullas el día de la desaparición. “Nosotros, con los abogados, ayer estuvimos trabajando todo el día con el tema de los AVL mientras el fiscal estaba arriba de un helicóptero y no nos quiso recibir, estaba ocupado en otras cosas. El AVL del móvil policial coincide donde los tres testigos que declaran que estaba Facundo y lo subían a un patrullero. Coincide el lugar. Nos falta ponerles nombre (a los efectivos que participaron del operativo). Este fiscal no nos ha abierto hasta ahora los libros de guardias para ponerles nombre a estas dos personas y nos parece muy raro que no atienda a la madre, no conteste a los abogados y reciba a una testigo así de sorpresa que aparece de la nada y un periodista sepa tres horas antes lo que va a pasar. Me parece raro, me parece nefasto, me parece imprudente por parte del fiscal que se excusa diciendo ‘no sé cómo se filtró la noticia’. Sí sabe, no quiere dar explicaciones”, denunció. La referencia es al cuestionado Fiscal Santiago Ulpiano Martínez, quien asumió su cargo durante el macrismo, luego de haber sido, según denunciaron en el momento de su postulación los organismos de derechos humanos, “un garante de la impunidad de los genocidas”, mientras estuvo a cargo de las causa de lesa humanidad como juez. Entre los beneficiados estuvo Vicente Massot, dueño del Diario La Nueva Provincia, colaborador estrecho de la dictadura desde su medio y sospechado por la desaparición de dos de los obreros gráficos de su medio. Casualmente, o no tanto, el medio que publica las noticias del fiscal Martínez, La Brújula, hoy conforma un grupo mediático junto a La Nueva. Y parecen defender los mismos intereses desde que a fines de 2017 el empresario Gustavo Elías le compró el diario a Massot.
Mientras esta mañana el abogado de la familia, Leandro Aparicio, se quejaba en FM de la Calle por no haber podido acceder todavía al nuevo testimonio aparecido ayer, La Brújula, o La Nueva Brújula, ya conoce los detalles. Nada nuevo como metodología de distracción judicial/mediática.
Cristina y Berni
El Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, llegó a Pedro Luro con declaraciones que no cayeron bien, sobretodo porque le dijo a Cristina que su hijo estaba vivo. Ahora atribuye el paso de la causa a la justicia federal a un pedido que la madre le realizó.
“Primero y principal, el señor Berni no apartó a la bonaerense a pedido mío. Ya hacía diez días, cuando él vino, que nosotros habíamos hecho la denuncia a la justicia federal. O sea, de una forma u otra se iba a apartar, no es que yo lo pedí. ¿Ustedes dónde vieron que un ministro le dé bola a alguien? Segundo, las irregularidades son muchas desde un principio. Nos hicieron lo mismo acá en la ayudantía fiscal de Médanos donde se llevaba la primera causa por averiguación de paradero: el ayudante del fiscal se comunicaba con los medios -éstos tan involucrados en crímenes de lesa humanidad-. Se comunicaba con los medios más que con nosotros. Yo no tuve el gusto de conocerle la cara al ayudante del fiscal, en ningún momento habló conmigo. En el momento que hicimos la denuncia y le avisamos que estábamos haciendo la denuncia, el señor nos pide datos y declaraciones de los testigos, de los tres testigos. Y enseguida decidió quedarse con la causa cuando ese mismo día le había dicho a mi abogado que se iba a declarar incompetente. Se quedó con la causa. Siguen protegiendo a alguien, siguen guardando a alguien y yo sé que estamos cerca de encontrar a Facundo. Mi mayor deseo es encontrarlo con vida, aunque sé que puede ser que no sea así. Y las irregularidades son muchísimas. Y ahora con la justicia federal me encuentro con un fiscal que está actuando de la misma manera: no me recibe a mí, pero recibe a un periodista; no me recibe a mí, pero atiende siete de la noche a una testigo que salió de no sé dónde que dice haber llevado a mi hijo. Un fiscal que teniendo a mi abogado a seis cuadras de la fiscalía no fue capaz de llamarlo. Un fiscal que todavía tiene los libros de la Comisaría de Buratovich secuestrados y no los abre. Estoy muy cansada ya y sé que tengo que seguir peleando hasta que mi hijo aparezca. El día que mi hijo aparezca yo sé que mi lucha va a ser otra, pero hasta el momento yo tengo que seguir peleando con la burocracia y con gente que no tiene ganas de encontrar a Facundo sino de encubrir personas”, expresó.
Acerca de la relación entre el fiscal Martínez y los medios que publican la versión oficial, Castro dijo desconocer qué los une: “No sé qué relación tienen entre ellos. El fiscal se excusa diciendo que no tiene ni idea de cómo se filtra la información. Si vos la información la tenés en la fiscalía, se filtró de ahí. No hay otro lugar. Estos mismos medios han intentado apretar a los testigos. Ayer los volvieron locos. No sé de dónde sacaron los números de teléfono porque solamente los tiene la fiscalía. El fiscal no nos ha dado respuesta, no ha dado la cara. Anoche a última hora ni siquiera me habló él. Me llamó la abogada que trabaja con él y me dijo: ‘señora, al mediodía si quiere la recibe». Si quiere no, yo me hice 120 kilómetros ayer para hablar con el fiscal y el fiscal se sube a un helicóptero y se va a mirar los rastrillajes. No me parece justo, no me parece que sea lo que se tenga que hacer. Nos tiene que escuchar, nos tiene que proveer de la información que le estamos pidiendo. Primero y principal a nosotros: abogado y madre. No estamos pidiendo nada fuera de lo lógico. Él primero se tiene que comunicar conmigo y con los abogados. Y después darle parte a la prensa. Me parece que no lo está haciendo, me parece que está ocultando algo. Ya estoy muy, muy cansada de pelear contra tanta burocracia. No es de ahora que yo sé que cuando denuncio algo automáticamente aparecen testigos. No se olviden de que a mi hijo ya lo buscamos en Santiago del Estero, en La Pampa, en Río Colorado también. Y sigue sin aparecer. Setenta y pico de días… No sé qué están esperando para escucharnos realmente, ponerse los pantalones y hacer su trabajo, porque es lo que tienen que hacer. No puede ser que los abogados y yo estemos investigando y estemos haciendo el trabajo que debería hacer el fiscal”, apuntó Cristina.
El acompañamiento
Frente a los casos de asesinados por fuerzas de seguridad y desapariciones forzadas en democracia, la red de contención es cada vez más amplia y está alerta para acudir. “He charlado con muchos familiares. He charlado con Sergio Maldonado, me han llamado todos los familiares”, contó Cristina sobre el abrazo que recibió. Y continuó el relato sobre su evidente fortaleza para gritar por Facundo:
“Mi fortaleza nace de mi dolor. Yo sé que a mi hijo le hicieron algo y el día que me quiebre va a ser el día que me entreguen a mi hijo, antes no. No van a lograr quebrarme, primero tengo que encontrar a mi hijo. Ese es el motivo de mi fortaleza. Yo no puedo dejar a mi hijo tirado donde esté, solo, con frío o como esté. No lo puedo hacer. Yo lo parí, yo lo crié y lo crié sola. Nadie más que yo puede decir lo que me ha dolido y lo que me ha costado Facu. No lo puedo dejar así: él tiene que volver a su pueblo esté como esté y esté donde esté. Y de ahí nacen las fuerzas que yo tengo. Yo no voy a bajar un segundo los brazos, yo voy a seguir gritando, hablando, todo hasta que mi hijo aparezca. Es como le decía ayer a un medio: yo sé que soy un dolor para muchos, una piedra en el zapato, muchas personas quieren que yo me calle. No lo voy a hacer. Que me entreguen a mi hijo y yo voy a dejar de hablar y mi lucha va a ser otra, desde otro lugar. Pero primero tengo que encontrar a mi hijo, antes no me voy a callar y no voy a dejar de denunciar cada una de las irregularidades que están pasando”.
Para finalizar, retomó la denuncia contra el accionar de la justicia: “Yo sé que Facu está pronto a aparecer y que muchas cosas se van a develar cuando aparezca. Lo estamos buscando intensamente. Está mucha gente trabajando para que esto ocurra. Espero que la justicia federal y la fiscalía de Bahía Blanca se pongan de una buena vez los pantalones como tiene que ser y nos ayude. Porque tendríamos que ser uno solo. Y si el fiscal no tiene ganas o no quiere encontrar a mi hijo que se haga a un lado y deje a otra persona que tenga ganas de trabajar y tenga ganas de hacer las cosas bien y como se deben”.
Voces de familiares de casos emblemáticos de desapariciones forzadas y asesinatos impunes en “democracia” en Argentina.
*FACUNDO RIVERA ALEGRE, desaparecido tras ser detenido por la policía de Córdoba Capital en febrero de 2012.
*DANIEL FRANCISCO SOLANO, desaparecido tras ser sacado de un boliche por policías de Choele Choel (Río Negro) en noviembre de 2011.
*SERGIO AVALOS, desaparecido por personal de seguridad del boliche Las Palmas en junio de 2003 en la ciudad de Neuquén.
*KATHERINE MOSCOSO, estuvo desaparecida una semana hasta que hallaron su cuerpo en un medano en Monte Hermoso (Bs.As.) en mayo de 2015.
*LUCIANO ARRUGA, desaparecido en 2009 secuestrado y asesinado por la Policía Bonaerense, su cuerpo fue hallado en 2017 enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita (Bs.As).
*SANTIAGO MALDONADO, desaparecido desde el 1 de agosto de 2017 por Gendarmería Nacional, su cuerpo fue encontrado (plantado) en el río Chubut después de 78 días de búsqueda incansable.