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Buenos Aires

144 en alerta: los intentos de femicidio

La línea que funciona las 24 horas, los 365 días del año, entre junio de 2020 y el mismo mes de 2021, recibió 444 llamadas de víctimas de intentos de femicidio en el  territorio bonaerense. Más de la mitad (54%) habían realizado denuncias previas y el 30% tenían medidas de restricción perimetral. La directora provincial a cargo de investigar y proyectar políticas públicas a partir de estos datos, Adriana Vicente, habla de un abordaje integral y señala al Poder judicial como uno de los grandes obstáculos. 

Por: Lucrecia Bibini
Foto: Telam
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Publicada el 15 de enero de 2022

Entre junio de 2020 y junio de 2021, en la provincia de Buenos Aires, 12226 mujeres y LGTBI+ llamaron a la línea 144 porque se encontraban en situaciones de violencia de género. De esa cantidad, 444 manifestaron haber sufrido al menos un intento de femicidio. ¿Qué significan estas cifras? ¿Qué hace el Estado con ellas? 

 

El Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual publicó el segundo informe en el que analiza precisamente este universo para detectar las particularidades de las situaciones de riesgo en las que se enmarcan las tentativas de femicidio y visibilizar los principales obstáculos en su abordaje, así como también promover medidas de prevención, sanción y fortalecimiento territorial del Sistema Integrado Provincial de Políticas contra las Violencias (SIPP).

 

Adriana Vicente es directora provincial de Investigación, Planificación y Gestión de Políticas Públicas contra las Violencias por Razones de Género. En diálogo con Perycia explica qué es este informe, qué es un intento de femicidio y cómo se trabaja con esas cifras.

 

En la dirección que está a mi cargo —dice Vicente— trabajamos con todo tipo de datos, fundamentalmente con los que son propios del Ministerio, y uno de los grandes nutrientes son los registros de las llamadas a la línea 144 de la provincia de Buenos Aires. Notamos que, entre los factores de riesgo que identificamos, los intentos de femicidio estaban empezando a incrementarse. Indagamos la base y elaboramos el primer informe de intentos de femicidios que fue de enero a mayo de 2020. Esto fue una alarma. 

Cualquier llamada que ingresa a la línea o cualquier caso que ingresa a nuestra subsecretaría es importante y lo que hacen los equipos es evaluar el nivel de riesgo porque esto va a tener consecuencias en las intervenciones que se realicen. En aquellos casos donde se identifican los intentos de femicidio hay una evaluación de riesgo alto o altísimo y se interviene tanto desde la línea como desde el equipo de la Dirección Provincial de Seguimiento de Casos Críticos y de Alto Riesgo.

En el primer informe identificamos las características sociodemográficas generales de quienes se contactan con el Ministerio. En los casos que consideramos paradigmáticos, esta información la complementamos con otra cuantitativa y cualitativa referida a los organismos con los que se articuló. Quienes trabajamos violencias sabemos que no son temas que competen a un solo organismo. Insistimos mucho con el trabajo con otras instituciones. A partir de estas inquietudes hicimos el segundo informe que, a diferencia del anterior, toma los datos de un año. 

 

¿Qué revela este segundo informe? 

—Tiene un análisis de los capítulos cualitativos que refieren a la modalidad de comisión de esos intentos de femicidio, que si bien sabemos que son cuestiones muy crudas, violentas, son insumos también para pensar política pública. Del primer informe elaboramos la Matriz de Evaluación de Riesgo de las Situaciones de Violencia por Razones de Género que salió por decreto provincial. Todas las instituciones involucradas en brindar una respuesta trabajan de manera conjunta en el uso de esta herramienta para caracterizar el riesgo, independientemente del Poder al que pertenezcan. 

 

¿Cómo se articula con los municipios? 

—Siempre se trabaja tanto con las teleoperadoras de la línea 144 como con la Dirección de Casos Críticos que son quienes conocen los recursos locales. Por eso siempre hablamos de intervenciones situadas, porque no es fácil intervenir en un caso que se da alejado del Ministerio. Es clave la articulación interinstitucional que se realiza con el área específica, por ejemplo con las áreas de Género de los municipios o la específica de donde reside la persona, con Seguridad, con los equipos interdisciplinarios que intervienen, por ejemplo, con la Comisaría de la Mujer. Es decir, siempre se trabaja con el recurso local. Lo que hacemos desde el Ministerio es un seguimiento, un acompañamiento y también ese trabajo de articulación interinstitucional. De los 135 municipios todos tienen al menos un área de género en diferente estatus. Siempre hay un recurso local con el que estamos articulando. 

 

—¿Quién llama a la 144?

—Hay algo que nos preocupa y que sin embargo es muy interesante analizar en términos de la responsabilidad social. Muchas veces la persona que transita la situación de violencias está tan devastada subjetivamente que tiene malas respuestas institucionales porque quizás se acerca a denunciar y no le creen, desestiman lo que dice, entonces dice «yo no voy a llamar, no me voy a acercar» y le cuenta a una persona de su círculo. Por eso para nosotras es importante evaluar la red vincular que tienen las personas y la matriz de riesgo es un indicador importante porque muchas veces no llama la propia persona. 

En el informe decimos que el 70% de las llamadas  a la línea 144 han sido realizadas por la  persona que vive la situación de violencia. Ese otro 30% es una persona cercana y lo que hace la línea es orientarla para que quien llame sea quien transita la situación de violencia, si está en condiciones de llamar, por supuesto. Ese dato, si lo pensamos en perspectiva histórica desde la creación de la línea 144 en el 2013 a nivel nacional, se incrementó mucho. Esto da cuenta de la visibilidad que tiene la temática de violencias, que no es un tema personal que lo tiene que arreglar quien se encuentra en esa situación sino que tenemos que tener, desde nuestros lugares de pertenencia, un compromiso para tratar en la medida de lo posible de persuadir a la persona para que busque apoyo en la línea. Ahí está esto de que la red funciona. 

Hay muchas cuestiones que hacen que te animes a llamar. Una, que es muy interesante, es que al no ser cara a cara se mantiene cierto anonimato. A veces las personas no llaman porque tienen otros recursos económicos y tienen otra asistencia. Desde la Dirección registramos el dato socioeconómico pero aún no es de calidad y esto tiene un porqué: entendemos que a quien llama en una situación de emergencia no se le puede hacer una entrevista muy extensa, hay que resolver rápidamente. Ese registro socioeconómico se empieza a mejorar sobre todo en la etapa de salida de la violencia. A veces no solo es tener el recurso económico sino disponer de él (porque a veces son profesionales pero el agresor administra el recurso). En el caso de los intentos de femicidios, de las 444 situaciones analizadas, todas son situaciones de alto y altísimo riesgo y priorizamos la emergencia.

 

¿Cuáles son los principales obstáculos que existen en este trabajo? 

—El Poder Judicial es uno de los grandes obstáculos y hace a la complejidad de la situación. Dentro de lo que es la Dirección Provincial de Alto Riesgo y Casos Críticos está el equipo de litigio estratégico feminista que ameritan una intervención específica. Esto se da en el marco de la creación del Ministerio, específicamente en la Ley 15.164 que lo crea y nos habilita a la transversalidad de la perspectiva de género para la prevención y la erradicación de las violencias. Este equipo interviene en esas situaciones, por ejemplo, falta de cumplimiento de la normativa nacional o internacional o cuando no se aplican protocolos existentes de investigación en los casos de femicidios, travesticidios y transfemicidios —cuando se presentan como muertes dudosas pero lo que falta es una investigación con perspectiva de género que permita caratular como corresponde—, estas y otras situaciones 

en las que el equipo interviene como amicus curiae.

En términos de políticas públicas para nosotras es importante visibilizar la complejidad con que se manifiestan las situaciones de violencia, la importancia del Ministerio en tanto eje que va coordinando estas articulaciones con otros organismos, así como hay mesas de trabajo con Justicia, por ejemplo, también las hay con Salud, con Educación. 

Lo importante de visibilizar la problemática es dar cuenta de esto del abordaje integral que involucra a todas las instituciones y también a todas las personas

 

Las cifras del 144

 

¿Quiénes se comunicaron con la Línea 144 PBA y con los equipos del Ministerio durante el período analizado? 

 

En mayor medida quienes se comunicaron con la Línea 144 PBA y con los equipos del Ministerio son personas involucradas en situaciones de violencia de género (70%), seguidas por referentes y referentas institucionales (13%). En proporciones menores se han contactado vecinas o vecinos y otros consultantes. En relación a las franjas etarias, la mayor concentración de consultas se presenta entre quienes tienen entre 25 y 44 años, que representan el 59%. 

 

El 79% de las consultas donde se registró el intento de femicidio tuvieron como objeto la solicitud de información y/o asesoramiento, mientras que un 13% de las consultas fueron por situaciones de emergencia. En el 93% de estos casos tuvieron como persona agresora a ex parejas (57%) o parejas (36%). Respecto al vínculo con sus parejas, 3 de cada 10 mujeres y LGTBI+ manifestaron que conviven con la persona que ejerce la agresión.

 

En el 54% de los casos analizados, las mujeres y LGTBI+ habían realizado denuncias por violencia de género previas al intento de femicidio, el 19 % había consultado con otros servicios especializados en violencia de género y el 12% asistieron a un servicio de salud por problemas relacionados con la situación de violencia. 

 

El 30 % de los intentos de femicidios analizados se dieron en el marco de medidas cautelares vigentes. Respecto a las medidas de protección, en el 30% de las situaciones analizadas había una medida de restricción perimetral, en el 11% de los casos la persona que se comunicó tenía botón antipánico y en el 6% el agresor estaba excluido del hogar por orden judicial.

 

Si sufrís violencia por razones de género, podés comunicarte a los siguientes contactos: 

 

Fuente: Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires.