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Lesa Humanidad

En su memoria

Hebe y la Justicia

Hebe María Pastor de Bonafini murió a los 93 años. Como presidenta de Madres de Plaza de Mayo, su historia con el Sistema Judicial es larga y compleja. Rescatamos algunos hitos: la «peregrinación» por juzados para denunciar en dictadura la desaparición de sus dos hijos, la negativa a sacarse el pañuelo durante el Juicio a las Juntas, la carta pública al juez que intentó detenerla, el “juicio ético y político” al Poder Judicial en el macrismo y la «pueblada» contra los «jueces atorrantes» que pidó 10 días antes de morir. La lucha de Hebe contra sus señorías.

Por: Redacción Perycia
Foto: Dani Yako/Archivo
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El 9 de diciembre de 1985, cuando la Cámara Federal iba a leer el veredicto en el Juicio a las Juntas en el salón de audiencias del Palacio de Tribunales, los jueces le pidieron a las Madres que se saquen los pañuelos. Decían que era un “símbolo político”.

– Si los milicos están con la gorra, ¿por qué no puedo estar yo con el pañuelo? -desafió Hebe.

Finalmente se lo sacó, pero había guardado otro en la bombacha. Y cuando los fiscales Luis Moreno Ocampo y Julio César Strassera volvieron a sus asientos, Hebe ya tenía otro pañuelo blanco en la cabeza. Al final, después de algunas discusiones, le permitieron tenerlo pero en el pecho. 

“Mirá qué ridículo: terminé con el pañuelo acá arriba, así sí lo podía tener, pero no en la cabeza”. 

Pero cuando el Tribunal dictó las absoluciones a algunos de los acusados, se lo volvió a poner y abandonó la sala.

– Señora, hagame el favor de quitarse el pañuelo, de lo contrario abandone la sala. 

Hebe salió, con el pañuelo en la cabeza. “Era el único símbolo político que condenaba”, dice en el video de Madres de Plaza de Mayo donde cuenta la escena. 

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En marzo de 1996, en un acto a 20 años de la Dictadura cívico-militar, Hebe contó que las Madres denunciaron a 426 jueces que juraron por la Dictadura en vez de por la Constitución. 

Después de ese acto, se fueron con antorchas hasta Tribunales para acompañar a “los chicos” a presentar habeas corpus, pero en el discurso aclaró: “Los vamos a acompañar no porque creamos en la Justicia, que es corrupta y cómplice, los jueces son corruptos y cómplices. Pero tenemos que presionarlos. Si no sirven que se vayan”. 

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En agosto de 2016 el juez Martínez de Giorgi ordenó su detención, por la causa llamada “Sueños Compartidos”, que investigaba irregularidades con fondos públicos para viviendas. La orden la firmó un jueves, día de la tradicional ronda en Plaza de Mayo. A través de una carta pública dirigida al juez, Hebe repasó su derrotero con el Poder Judicial, desde la Dictadura hasta los años del macrismo. 

La carta de Hebe de Bonafini al juez Martínez de Giorgi 

Al señor juez de la Nación, Marcelo Martínez de Giorgi

Jueves 4 agosto, 2016 

«Me dirijo a Ud. para manifestarle el motivo de la respuesta a su citación. Que desde el año 1977, más precisamente el día 8 de Febrero de ese año, vengo padeciendo las agresiones de la mal llamada justicia, implementada por jueces de la Nación.

En ese momento empezó mi calvario, hice 168 presentaciones por mi hijo Jorge, luego en conjunto reclame por mi otro hijo Raúl, que fue desaparecido en diciembre del mismo año, en una constante peregrinación por los juzgados, siempre padeciendo las mismas injusticias, las mismas agresiones. Luego en mayo de 1978, desapareció también mi nuera María Elena, nada cambió.

Siempre la misma ignominia, la misma indiferencia, yo sentía como la denominada justicia era cómplice de los asesinos militares y marinos. Una justicia sin solidaridad, sin sentir por los otros, sin sufrir por ellos.

Después de un tiempo en el año 2001, más precisamente un 25 de mayo, a mi hija María Alejandra que se encontraba sola en mi casa, mientras yo estaba de viaje, la torturaron casi hasta matarla. Y allí otra vez mi peregrinación para ver si encontraba algún juez que nos muestre el valor de la Justicia, y que esta existía, pero otra vez la burla y la sin razón. 

Y llegó el caso Schoklender, allí las madres con gran esfuerzo aportamos voluntariamente 60 cajas con pruebas, junto con 40 backup, y otros elementos más, primero a Oyarbide y después a ud. que ni siquiera leyeron algo de lo aportado.

Asistimos cuantas veces nos llamaron a declarar, hicimos pericias de las firmas que constataron que no eran mías, siempre a disposición por la verdad, incluso hace unos meses asistí voluntariamente a su despacho para informarme ante la indigna marcha de la causa. 

Y otra vez sufrimos en carne propia la burla, que nos castiga a todas, ancianas de 85 a 90 años, y nos condena a pagar las deudas, injustas y ajenas.

Las madres siempre vamos a defender los valores de solidaridad social, extender las manos a los vulnerados, por sus sueños, en este tiempo y en los que vendrán. Y vamos a luchar para que alguna vez nos enfrentemos con jueces probos que nos ayuden a sentir en nuestros cuerpos el valor de la Justicia.»

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En diciembre de 2018 Hebe convocó a un “juicio ético y político” contra los jueces, donde sugirió sacar la palabra «judicial» y dejar sólo la palabra «poder»: poder contra el pueblo, poder condenarte, poder difamarte, acompañados de esos que se llaman periodistas, a los que también habría que cambiarles el nombre. 

“Hoy, 27 de diciembre, en la casa de las Madres de la Plaza de Mayo hacemos un juicio ético y político a los jueces y al Poder Judicial, no a la justicia, justamente porque reclamamos justicia, porque no son probos, no son lo que dicen. nunca estuvieron con el pueblo. Entonces las madres decidimos que el pueblo los condene ética y políticamente, porque son hombres que se entregaron al poder político de Mauricio Macri”. 

“Hay que quitarles a ellos las palabras, las palabras son nuestras, la justicia es nuestra, la educación es nuestra, no permitamos que ellos las nombren”, dijo Hebe en ese juicio simbólico que se hizo en la sede de Madres de Plaza de Mayo.

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El 10 de noviembre de 2022, en última ronda en la plaza, Hebe llamó a “hacer una pueblada contra todos los jueces atorrantes que cobran unas sumas que dan vergüenza, que tienen mucha plata guardada no se sabe dónde ni para quién. Ganan sumas espantosas”.

Fue la última oradora ese día. Hacía ya algunos jueves que, por problemas de salud, no podía estar presente. “Los médicos me dejaron venir porque saben que también es parte de mi salud, necesito la Plaza para cuidarme, los necesito a ustedes para mejorarme”. 

Antes de terminar, habló de ministros y ministras de la Corte Suprema: “Necesitamos con mucha urgencia hacer algo contra la Suprema Corte y todos los jueces que están comprometidos con perdonar asesinos. No sólo perdonan a los que quisieron matar a Cristina. Vienen perdonando desde antes, a los asesinos de nuestras hijas e hijos”.

“Aunque nos caguen a palos, ya sé que nos van a venir a pegar, pero lo más importante es hacer una pueblada contra todos los jueces atorrantes que cobran unas sumas que dan vergüenza, que tienen mucha plata guardada no se sabe dónde ni para quién. Ganan sumas espantosas”. 

“Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero, tampoco me importó. Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero es demasiado tarde”, dijo, citando a Bertold Brecht y alertó: “Para que no sea tarde hagamos una pueblada compañeros”, cerró Hebe de Bonafini en la ronda 2.326, su última plaza.