Como una avanzada de la muerte, dejan yerto y ceniciento todo lo que tocan: todo eso que era mundo de colores y trinos y viento entre las hojas que destellan al sol lo convierten en gris y veneno.
Gabriela Cabezón Cámara, fragmento del cuento #LeydeHumedalesYa
A mediados de enero, en La Plata un grupo de vecinos autoconvocados de los barrios Parque Sicardi, Villa Garibaldi e Ignacio Correas frenaron el avance de las máquinas que se disponían a abrir nuevas calles en una zona protegida, a 800 metros del cauce del arroyo El Pescado. El humedal es considerado Área de Valor Patrimonial por medio de la Ordenanza 12079 sancionada en 2021 para prohibir las construcciones que afecten al sector delimitado por las calles 659, 7, 670 y 22, una zona, además, con riesgo de inundación.
Por otra parte, la ley provincial 12247 declara a la cuenca del arroyo El Pescado como Paisaje Protegido de Interés Provincial y señala que «toda modificación al régimen parcelario y la realización de toda obra pública o privada deberá ser autorizada por la autoridad municipal» con la presentación previa de una evaluación de impacto ambiental que dé cuenta que no se modificará la fauna, la flora ni las características del paisaje.
Franco Palacios Beltrán es arquitecto, artista visual y vecino del lugar. «Éramos sesenta vecinos frenando las máquinas. Armamos un grupo de whatsapp para seguir conectados y mantenernos atentos aunque parece que la única forma de frenar este avance es la vía judicial». Palacios Beltran cuenta que «estaban queriendo entrar camiones para descargar tosca para seis manzanas que fueron vendidas a inmobiliarias» y, además, que otro vecino vio en Internet que «⦍la inmobiliaria⦎ Yacoub ofrece estos lotes a la venta», aunque, aclara, esta no es la única oferta en el mercado inmobiliario platense.
«Vivimos todos acá, la idea es concientizar, hay gente con miedo o que prefiere no involucrarse pero debemos frenar la tala y la urbanización en áreas protegidas. Vamos a seguir con acciones que interpelen a los políticos que permiten esto», detalla el arquitecto.
La versión de Garro
El concejal platense por el Frente de Todos Luis Federico Arias acompaña el reclamo vecinal. «Estamos organizando con los vecinos la presentación de una medida cautelar en la que solicitaremos la remediación de daño ambiental», adelantó. Consultado sobre las últimas movilizaciones, Arias asegura que las cooperativas municipales cortaron los pastizales que son parte del paisaje natural y por tanto no deben modificarse.
Elena Sahade es bióloga y vive en la zona desde 2016. «El conflicto se inició por la apertura de las calles entre 18 bis y 19 bis y entre 670 y 672. En ese polígono no hay casas por lo que creemos que el municipio (de La Plata) quiere desviar el foco del conflicto inicial», dice Sahade. Se refiere a la cautelar que presentó el gobierno de Julio Garro para que la Justicia disponga frenar la construcción de viviendas en la zona del humedal.
«La apertura de calles fue autorizada por la comuna y avanzar con la apertura de calles implica urbanización aunque no haya construcciones», explica Sahade. «Tenemos la copia de la nota del área de Catastro diciendo que esas calles estaban cedidas y que efectivamente era el mismo Municipio el que había hecho el procedimiento para abrirlas», señaló Sahade.
Consultada por Perycia, la secretaria de Planeamiento de la Municipalidad de La Plata, María Botta, asegura que «la apertura de calles no implica una urbanización sino darles conectividad a quienes ya son dueños de un terreno, ahí no se puede construir y abrir una calle no implica ningún tipo de inconveniente».
Los riesgos de abrir una calle
«Abrir una calle pública implica que esa calle se transforme en un imán para potenciales demandantes de suelo en las áreas adyacentes a esa calle, y esto es lo que han visto los vecinos y las organizaciones ambientalistas que reclaman la importancia de la cuenca del arroyo el Pescado que, es además, el único paisaje protegido de interés provincial», explica Patricia Pintos en diálogo con Perycia. Pintos es profesora de Geografía de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), subdirectora del Centro de Investigaciones Geográficas de la misma unidad académica e investigadora de conflictos sobre el avance residencial en ecosistemas en humedales.
«Se trata de la cuenca más importante del partido de La Plata, afortunadamente exenta de las áreas más densamente pobladas, por lo tanto se mantiene con un grado notable de calidad ambiental y paisajística que hace que las organizaciones sociales y ambientales reivindiquen esa potencialidad como un valor para preservar a futuro», describe Pintos.
Construcciones previas
Al referirse a la cautelar que presentó el municipio, Arias advierte que «hay desarrollos inmobiliarios a la vista del municipio que recién ahora se toman en cuenta». «Hay una responsabilidad de haber permitido el avance de las construcciones ilegales más allá de la 670, además de las calles que ya estaban cedidas, fue el propio municipio el que organizó la apertura de calles en ese sector», explica el edil platense.
En estos días, el conflicto tomó estado público luego de que la movilización de los vecinos derivara en la presentación de un pedido de informes de la oposición respecto de los lotes ofrecidos en la web por diferentes grupos inmobiliarios, y de que el Ejecutivo presentara la cautelar ante la jueza en lo Civil y Comercial N° 1, María Cecilia Valeros de Córica. Presentación que derivó en la inmediata suspensión de las construcciones.
«Se han entregado créditos del PROCREAR en zonas donde no se puede vivir y no se puede construir, en una zona que está prohibida. Entendemos que es bastante grave lo que pasa ahí. Durante muchos años no se puso un freno y nosotros estamos controlando, realizamos decenas de operativos y siguen llegando las contravenciones. Hay una realidad compleja y lo cierto es que hasta la calle 659 la urbanización está muy consolidada cuando no debería haberse permitido construir allí», dice Botta, como si la gestión de Garro no hubiera comenzado en 2015 en La Plata.
Humedal en riesgo
Julio Ariel Milat es naturalista y acompaña tareas que buscan concientizar sobre la importancia de defender el humedal. Dirigió el Museo Ornitológico y Centro de Interpretación Ambiental (MOCIA) y actualmente se desempeña en el espacio de Educación Ambiental y Patrimonio Natural, en el área de Cultura del municipio de Berisso. «En el avance inmobiliario, desde los barrios Sicardi y Aeropuerto del partido de La Plata, se conjugan varios factores», explica en diálogo con Perycia y lo resume como “una voracidad de tierra como nunca antes sucedió”.
Los humedales son áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado de agua en forma permanente o semipermanente durante períodos considerables de tiempo, posibilitando mitigar el impacto de las inundaciones.
«Acá pasa que se baja un poco los brazos y los privados, generalmente con anuencia de los gobiernos, avanzan, esto es el lucro inmediato. El arroyo es un humedal importantísimo que no está contaminado pero hay una voracidad de espacio, de tierra, de proyectos inmobiliarios como nunca antes sucedió», agrega el naturalista.
Milat aprueba y acompaña las iniciativas populares en torno a la defensa de los bienes naturales en pugna pero entiende que está naturalizada la lucha vecinal, lo que invisibiliza las responsabilidad de los organismos de control por acción u omisión (ver entrevista). En este caso, otra vez son grupos ambientalistas y de vecinos los que alertan sobre la preservación del humedal caracterizado por albergar flora y fauna rica en su biodiversidad que constituyen reservas naturales imprescindibles para la vida por su valor biológico, ambiental, social, cultural y económico.
Defensa, asegura por otra parte la profesora Pintos, que alcanzará a las futuras generaciones: «Es importante que esto se haga carne en la sociedad platense, la toma de conciencia de contar con esta cuenca con la calidad paisajística ambiental, en términos de la diversidad biológica, su biota, la capacidad de brindar bienes y servicios ecosistémicos para las poblaciones que viven en su entorno, en términos de la potencialidad del legado para las generaciones venideras”, sostiene.
«El negocio inmobiliario se está comiendo a la ciudad»
«Es muy preocupante, es importante que se haga visible que están autorizando construcciones directamente arriba de zonas inundables», advierte el concejal Luis Arias al referirse a las modificaciones sobre planeamiento urbano platense que se hicieron entre Navidad y Año Nuevo. «Cuando la gente está atenta a otras cuestiones, se votan las rezonificaciones con la mayoría que el oficialismo tiene en el Concejo Deliberante porque la plusvalía en los impuestos que consiguen es un millonario», alerta el concejal y advierte que «el negocio inmobiliario se está comiendo la ciudad, está destruyendo todo nuestro patrimonio urbanístico».
Se refiere a la aprobación a fines de diciembre pasado y mediante una sesión exprés de un paquete de rezonificaciones que incluye el loteo para futuras edificaciones en la localidad de Los Porteños, entre las calles 447 y 467 y 141 a 144, que es un espacio protegido para la producción hortícola, y un proyecto urbanístico en la zona de 137 y 94, según la oposición, calificada como “zona de alto riesgo de inundación”.
«Esto es una política pública no sólo de este gobierno sino de los anteriores también», explica Arias. Alude a los alcances de la Ley provincial de Hábitat a la que la comuna platense adhirió en 2020. Esta legislación establece el pago por parte del desarrollador inmobiliario de un 10 (diez) por ciento de la ganancia de un loteo rezonificado para la comuna donde se realice. Su artículo 50 indica que «los Municipios establecerán por una Ordenanza de carácter general una contribución obligatoria no inferior al diez por ciento (10%) de la valorización inmobiliaria generada por los hechos enunciados en el artículo 46 de la presente Ley 14.449», es decir cuando un lote o terreno rural pasa a ser urbano posibilitando futuras construcciones. Las ganancias que esto representa para los municipios lo transforman en una práctica habitual porque el impuesto no grava el valor de la edificación sino el costo del terreno en el que se ubica, independientemente de la existencia o no de edificaciones construidas.
Ilustración: crónica visual de la jornada de lucha en 19 y 70 realizada por Ana Eugenia Bologna, vecina del barrio.
*Las piezas en arcilla fueron realizadas por Alberto Márquez (tortuga, sapo y pájaro carpintero) y Mariana Neuwald (Corydora, mojarrita, carpincho, milano blanco, coipos y la asamblea de habitantes de arroyo en ronda) que trabajó en el proyecto»Habitantes del Arroyo» con apoyo del Fondo Nacional de las Artes. Para Perycia, la artista plástica fotografió las piezas en su ámbito, el arroyo El Pescado.
En la foto que ilustra la portada de esta nota de izquierda a derecha: Corydora, Carpincho, Pollona, Human@, lagarto overo, coipo, mulita, tortuga de laguna, carpincho, human@, comadreja, zorrino, colibrí verde, lechuza vizcachera, rana, caracol manzana. En el centro una planta acuática, «cola de zorro» (Ceratophyllum demersum).