Mauricio Castillo, de 41 años, era un plomero cloaquista de Lomas del Mirador, localidad del partido bonaerense de La Matanza. El domingo 16 de abril salió a comprar facturas. La policía lo habría confundido como el autor de un robo en Santos Vega y lo detuvo. Luego «apareció» muerto en un calabozo de la Comisaría Distrital Noreste N° 2, desde la que comunicaron que se habría ahorcado.
Su hermana y familia denuncian que lo mató la policía. Vecinos dijeron que Mauricio nunca pudo haberse quitado la vida. Por eso este lunes 17 realizaron un escrache a la seccional y fueron reprimidos.
En una entrevista brindada a Clarín, Noelia Castillo, hermana de Mauricio, expresó: «Esto no fue un suicidio, de ninguna manera. Mauricio estaba en un muy buen momento, era un gran padre y muy compañero de Diana, su pareja. Le iba bien con el trabajo de plomería. Además, los fines de semana prepara parripollos que vendía a los vecinos. Acá a la Policía se le fue la mano. Estoy esperando que la fiscal me dé explicaciones y que me entregue el cuerpo de mi hermano. La joven asumió ser la voz de la familia de Mauricio. Estamos destrozados, yo hace 30 horas que no duermo, necesito estar con mi hijita, pero entiendo que si no visibilizamos el asesinato de mi hermano no habrá Justicia ni para él ni para los que estamos aquí, frente a la comisaría», expresó.
Y agregó: «¿Que qué creo? Que lo cagaron a palos, se cebaron y lo mataron. Cuando a él lo detuvieron, los vecinos me avisaron y yo fui rajando al destacamento, que está a cuatro cuadras de mi casa. Estaba tranquilo… Me guiñó un ojo y me dijo: ‘Negra, tranquila, se confundieron, yo no robé nada, estaba por llevar facturas a casa para el desayuno. Nos vemos en un rato’. Y a las pocas horas me llamó la fiscal para decirme que se ahorcó. ¿Qué se piensan, que porque somos humildes nos van a boludear?», se preguntó indignada.
En tanto, la investigación de la muerte de Mauricio está siendo investigada por Claudio Fornaro, un fiscal especializado en violencia institucional.
Ante la amarga novedad, desde el Espacio de Familiares y Amigos de Luciano Arruga expresaron su repudio: «Otra vez. Detienen a un tipo. Lo torturan toda una tarde. Y lo matan. Ayer, domingo 16 de abril, Mauricio Castillo terminó de laburar toda la noche y la Bonaerense de La Matanza lo cruzó, se lo llevó y lo asesinó. Las similitudes entre el crimen estatal de Mauricio y lo que le sucedió a Luciano, tanto en 2008, cuando lo torturaron; y en 2009, cuando lo mataron y desaparecieron, son muchas. Ayer, a Castillo lo tuvieron engomado diez horas, lo detuvieron policías del destacamento de Lomas del Mirador, en el que encerraron ilegalmente a Luciano. ¿Pero no lo habían cerrado? Fue lo que prometió el Estado, Espinoza, Scioli. Pero no. Lo trasladaron cerquita nomás, en la Santos Vega, para que a los pobres no se les olvide para qué está la yuta».
Asimismo, agregaron: «Y a 40 años del regreso de la democracia, no descartemos las ironías estatales de siempre: el destacamento de Lomas del Mirador depende de la Comisaría Octava, donde encerraron y mataron a Mauricio, donde funcionó el Centro Clandestino de Detención Sheraton. ¿Funcionó? ¿Es correcto hablar en pasado cuando a represión estatal, a desapariciones, secuestros, torturas y asesinatos nos referimos? Hay otros puntos de encuentro entre ambos asesinatos policiales. Por ejemplo, esa increíble tendencia de los morochos villeros de coquetear con el suicidio apenas se cruzan con un rati. Luciano, cruzando por la vía rápida de la General Paz. Mauricio, transformando una mañana tranquila donde iba a comprar facturas contento de volver a ver a su familia en el preludio de decidir quitarse la vida. Y algo más: siempre, todo el tiempo, cuando la sociedad pide seguridad y aparecen ciertos personajes pululando por los medios, las balas van para el mismo lado. Y van de un modo efectivo y aleccionador: también las recibieron los vecinos, vecinas y familiares de Mauricio, cuando reclamaron ayer y hoy», destacaron desde Familiares y Amigos de Luciano Arruga.
«Cansa decir siempre lo mismo, y agota, también, tener razón – agregaron –. En términos de analizar la represión estatal somos campeones del mundo, no le pifiamos nunca. Aunque, es cierto, nos la hacen fácil: el Estado resuelve todo pegándole a los morochos, pobres y jóvenes. Nos encantaría no tener que escribir más este tipo de comunicados. Pero no va a pasar, porque la yuta va a seguir matando. Pero lo que también va a seguir existiendo es la organización colectiva que ya, a minutos de conocerse el crimen de Mauricio, estaba acompañando a su familia. Por más que nos caguen a tiros, vamos a seguir estando. Pidiendo justicia. En la calle. Como siempre. Ardiendo. Justicia por Mauricio. Fuera la policía de nuestros barrios. Espinoza, Berni y Kicillof, responsables. Todos los gobiernos torturan, matan y desaparecen. En dictadura. Y en democracia«, finaliza el comunicado del espacio.
En tanto, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) expresó en sus redes sociales: «El domingo a la noche Mauricio Castillo, de 41 años, apareció muerto en la comisaría de Lomas del Mirador, horas después de ser detenido por la policía. Esa comisaría tiene una clausura del Ministerio de Seguridad de la Provincia, que prohíbe que allí se alojen personas».
En la misma línea, el organismo agregó: «Las muertes de personas en comisarías bonaerenses se repiten. Durante 2022 fueron 21 casos. La principal causa según las investigaciones judiciales es el suicidio. Eso mismo le dijeron a la familia de Mauricio. La familia denuncia que Mauricio había sido detenido por error. La justicia debe investigarlo. Muchas veces la policía bonaerense detiene personas sin razones suficientes y sin tomar en cuenta el daño que implica pasar un tiempo alojado en estas condiciones, aunque sea breve. El Estado tiene la obligación de velar por la integridad física de las personas a las que se priva de la libertad. Hoy hay 4.500 personas alojadas en comisarías de la Provincia en pésimas condiciones de detención«, señaló el CELS.