José Miguel Padilla llegó ayer a la mañana a los Tribunales de General Pico vestido con su hábito marrón y sandalias franciscanas. Caminó casi cien metros desde el estudio jurídico de su abogado, cruzó la calle 9 y al llegar al Palacio de Justicia encontró el ingreso empapelado con consignas que pedían, entre otras cosas, que recaiga en él, una pena de prisión efectiva.
Subió la rampa para llegar a la puerta giratoria del ingreso y en ese breve trayecto, algunas integrantes de movimientos feministas de la ciudad, que llegaron a Tribunales para apoyar a la víctima y repudiar al imputado, salieron a su cruce. “Llegó tu hora Padilla, al fin. Basta de tantos años de impunidad. Se te terminó Padilla”, le dijo una de las mujeres, ante la indiferencia del imputado.
El sacerdote afrontará un juicio oral acusado de haber abusado sexualmente de un joven entrerriano que formaba parte de la congregación que él dirigía. En la jornada inicial declaró ante la jueza y negó cada una de las imputaciones que le hicieron. Se espera que cerca de treinta personas, muchas de ellas ligadas al ámbito eclesiástico, declaren en el marco del juicio que se puso en marcha ayer en la principal ciudad del norte de La Pampa. El debate oral se desarrolla a puertas cerradas, por tratarse de un delito contra la integridad sexual.
La jueza de audiencia María José Gianinetto coordina el debate en el que la acusación está a cargo de la fiscala Andreina Montes y la fiscala adjunta, Emilia Oporto, junto con Cintia Schenfeld, también integrante del Ministerio Público Fiscal. La defensa del religioso la ejercen el abogado Jorge Salamone y la letrada Florencia Boglieti. En tanto, como parte querellante y en representación de la víctima, actúan los defensores oficiales Guillermo Costantino y Mauro Fernández.
Padilla dirigía a los frailes capuchinos de la “Fraternidad de Belén”, en la localidad de Intendente Alvear (a 50 kilómetros de General Pico), cuando fue denunciado por Vicente Suárez Wollert, un joven entrerriano que fue parte de su congregación, entre diciembre de 2015 y mayo del año siguiente, cuando tenía 19 años de edad.
El joven señaló que los hechos ocurrieron en Intendente Alvear, en el convento en el que como seminarista vivía con el acusado y otros frailes. Vicente contó que allí tuvieron lugar los abusos cuando el cura lo llamaba a su habitación para que le tomara la presión y le colocara una pomada en el tobillo por una torcedura. También aclaró que el primer hecho ocurrió en Villa de la Quebrada, provincia de San Luis, donde el sacerdote y los seminaristas compartieron unas vacaciones comunitarias.
Apertura del debate
En la jornada de ayer las partes que intervienen en el proceso, hicieron los alegatos de apertura. En primer término, lo hizo la Fiscalía, que presentó un relato de los hechos y acusó a Padilla del delito de abuso sexual con acceso carnal, figura legal que se agrava por su condición de ministro de culto. Al sacerdote, en caso de ser encontrado culpable, le puede caber una pena que va de los 8 a los 20 años de prisión.
A su turno, Costantino, en representación de la querella, adhirió en un todo al alegato del Ministerio Público Fiscal. Aseguró que a lo largo del debate se va a poder acreditar la acusación que se presentó, acorde a la misma calificación jurídica por la que acusaron las fiscalas.
Luego, la jueza que coordina el debate escuchó las dos primeras declaraciones: la del ex seminarista y también la del cura acusado de abuso sexual. En esta instancia, el religioso negó los hechos que se le imputaron en la denuncia penal que ya data de casi cuatro años.
Los testigos
Se espera que en el juicio declaren 29 testigos. Sin duda uno de los testimonios más esperado, será el del obispo de La Pampa, Raúl Martín, quien no declarará por escrito y sin responder preguntas como es habitual a las autoridades eclesiásticas, sino, a través de una videollamada y responderá la requisitoria de las partes intervinientes.
La primera de las seis jornadas del debate que se inició ayer (martes 2 de mayo) finalizó cerca de las 14. Debido a la extensión que tuvo la audiencia (duró poco menos de seis horas) se postergó para hoy, la declaración de la psicóloga Liliana Rodríguez, quien forma parte de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina. Para hoy se espera que declaren seis testigos, entre ellos, el obispo pampeano.
Tres años de investigación
Luego que el ex seminarista denunciara a Padilla, la Justicia piquense le tomó declaración al sacerdote, quien negó los hechos. Días más tarde, el juez Alejandro Gilardenghi lo procesó por el delito de abuso sexual, agravado por la condición de ministro de culto que ostenta el imputado. Se allanó luego el convento de la Inmaculada Concepción en Intendente Alvear y el imputado renunció a su cargo de rector del Instituto Nuestra Señora de Luján, en esa misma localidad.
Desde la formalización de la investigación fiscal, en noviembre de 2019, hasta el inicio del juicio pasaron más de tres años. En ese tiempo, el denunciante se sometió a una pericia psicológica y hubo una nueva denuncia contra el sacerdote de un vecino de Intendente Alvear. Padilla volvió a negar los hechos ante las autoridades.
El juicio finalizará el próximo martes y dos semanas más tarde, la jueza Gianietto dará a conocer el veredicto.
El cura José Miguel Padilla espera la sentencia en libertad.
La verdad los hará libres
Hace pocas semanas, la periodista y docente piquense Claudia Giacobbe, presentó el libro de su autoría “La Verdad los hará libres”, que está basado en el testimonio del denunciante.
Se trata de un texto que se editó a través de la editorial cooperativa de Santa Rosa, Siete Sellos. El libro contiene ocho capítulos, en los cuales la autora habla de la víctima, del victimario, de la sociedad alvearense, de la Congregación de Padilla, del infierno, la Iglesia y la Justicia. En cada uno de los capítulos, combina el testimonio del denunciante (a quien entrevistó durante varias semanas en la pandemia) con investigaciones acerca de los abusos eclesiásticos.
Giacobbe presentó el libro, en compañía de Suárez Wollert, en el Centro Cultural El Alero de General Pico. Además, el texto llegó al stand que tiene la provincia de La Pampa en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.