Domingo. 8.20 de la mañana: las mesas de votación en muchas escuelas acaban de abrir. “Beto”, que eligió como foto de perfil una del exdictador Jorge Rafael Videla, está despierto desde temprano. No es un día cualquiera para uno de los administradores del grupo de Telegram “Milei 2023: Viva la Libertad”, creado el 18 de septiembre de 2023. “Hoy puede ser el día más importante en la historia del país”, escribe, azuzando al resto de los miembros. Y después manda un instructivo para los fiscales que deberán cuidar los votos de La Libertad Avanza en esa jornada crucial. El archivo en PDF indica qué hacer si faltan boletas de Javier Milei y cómo denunciar las “irregularidades” en la Junta Electoral.
El grupo se creó un mes después de las Primarias, cuando todo era euforia, para seguir los pasos del líder libertario e informar sobre los pormenores de la campaña electoral. Desde ese día, 288 usuarios se incorporaron al foro del servicio de mensajería digital. Durante un mes, la actividad del chat fue más bien cautelosa: republicación de noticias de la campaña, frases virales del líder, memes haciéndose autobombo y atacando a la oposición. Hasta este 22 de octubre: la hora de la verdad.
Sobre las 10, “Darío” arenga la sala: “el kirchnerismo no muere hasta que no quede ninguno”, arriesga. Otro seguidor se envalentona: “Muerte a toda peronia”, agrega. A las 10:53, el “Viejo” anuncia que ya está “votado el León”. Después explica los motivos: “Gente, yo tengo un excelente pasar económico, gano en dólares y la verdad que por conveniencia no votaría a Milei. Lo voto por convicción a sus ideas. Espero que hoy gane y cambie el rumbo de la Argentina”.
En las horas siguientes, como en el resto de la Argentina, en la sala prevalece el silencio de la tensión. La confianza libertaria cede con los primeros resultados de diferentes meses escrutadas en todo el país.
A las 20:37, con la victoria de Unión por la Patria ya circulando como un rumor en la televisión, alguien pregunta cómo van. A las 22:20, con la victoria de Sergio Massa oficializada y La Libertad Avanza con un lugar en la segunda vuelta, la furia hasta entonces contenida explota entre los seguidores de Milei. “Nico” lanza una encuesta: “¿Hay que bombardear el Conurbano y las provincias del Nea?”. La consulta cosecha 12 votos afirmativos.
El intercambio ahora anticipa la estrategia que el líder libertario dirá en su discurso una hora más tarde: “Yo creo que milei ya no debe atacar a jxc”, opina Miguel. Nora espera que Macri se acerque al candidato de LLA. Beto la corrige: “Al revés, Milei se tiene que acerca a Macri”.
La bronca sigue creciendo con las horas. En el desvelo de la madrugada, un usuario que se hace llamar “Darío” propone una solución: “A los negros turros y chorritos hay que prenderlos fuego vivos y sacar de una buena puta vez la asignación familiar porque eso es una fábrica de negros turros a futuro sin dudas”. Y agrega: “va a llegar el día que los turros y los termos nos violen y va a ser legal para ellos, imagináte”, “por sus derechos humanos, entendés”.
A la mañana siguiente, los ánimos no se han serenado en el Telegram “Milei 2023”. Pasadas las 9:30, Beto, el administrador que admira a Videla -como la candidata a vicepresidenta-, propone una solución a largo plazo: “la única salida que tiene este país es una guerra civil o 40 años de dictadura”, escribe. “Para la primera tenés que hacer mierda medio país (en todo sentido) y para la segunda tenés que tener la suerte de encontrar un dictador que quiera hacer las cosas medianamente bien para poder cambiar la cabeza d 2 o 3 generaciones, o sea una lotería”, concluye. “O sea, no tenemos solución”.
Un rato después, alguien pone gratuitamente a disposición “bases de datos con 20 millones de celulares y 15 millones de correos verificados”. Dice tener bots programados para “spamear wpp y mails”. Pero el intento propositivo no tiene demasiados adeptos. La frustración prevalece y acelera la violencia. Alguien de nombre “Marcos” anuncia su plan de lunes. “Hoy mato un par de linyeras”, escribe.
“Juan”, otro usuario, lo toma en serio. Y le sugiere cuáles deberían ser las víctimas. Comparte tres fotos de jóvenes con el pelo rapado a los costados y tipea: “A los que tienen este corte hay que bajarles el cargador porque son chorritos”, “hay que hacerlo pija contra el paredón”. Después excluye de los posibles blancos a otras personas en situación de calle: “Pero los que no tienen ese corte no”, pide. Y adjunta un emoji con las dos manos en forma de rezo. Para ellos pide compasión.
