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LESBICIDIO EN BARRACAS

El recorte que le conviene a la derecha

Con el título “Vecinos identifican como kirchnerista al autor del triple crimen en Barracas”, el portal La Derecha Diario citó nuestra crónica sobre el triple lesbicidio haciendo foco exclusivamente en el único dato que le servía: que el atacante simpatizaba con Cristina Fernández.

Por: Perycia
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El recorte busca ocultar lo innegable: la exacerbación oficial de la violencia y la discriminación contra mujeres y disidencias es el campo más fértil para estas escenas trágicas.

¿Qué es La Derecha Diario? Emblema del relato libertario, uno de los mascarones de proa de la campaña permanente de fake news y desinformación detrás del gobierno de Javier Milei. Al medio lo dirige Fernando Cerimedo, uno de los estrategas libertarios en redes sociales, considerado por la Corte de Brasil como uno de los «núcleos» de la “organización criminal” que intentó concretar un Golpe de Estado contra Lula en enero de 2023. El método: difundir información falsa sobre el sistema electoral brasilero y la democracia en ese país.

En medio de un silencio cómplice o de las coberturas superficiales de la mayoría de los medios, concurrimos al lugar de la masacre de Barracas para hacer lo que nos toca: contar las historia de las personas desde los lugares en los que viven o transitan, sufren o gozan, matan o mueren. En este caso, contar cómo era el hotel familiar donde fueron atacadas Pamela Cobbas, Mercedes Roxana Figueroa, Sofía Castro Riglos y Andrea Amarante, las víctimas de uno de los ataques de odio por identidad de género más impactantes que se recuerden.

El lesboodio atraviesa sin distinciones territorios, generaciones, clases sociales, y sí, también, inclinaciones político partidarias. Por eso nos negamos a contar estos crímenes desde una mirada sesgada, regida por el recorte descontextualizado en X y el resto de las redes sociales. Para nosotrxs, hacer periodismo es otra cosa, es mirar, escuchar y preguntar; meterse en los intersticios de una historia y contar lo que nos devuelve.

En otro párrafo de nuestra nota –que no fue levantado por La Derecha Diario- hacíamos mención a que “el ataque se produjo en medio de la proliferación de discursos de odio contra colectivos LGTBI+ desde que asumió el gobierno libertario”.

El propio Nicolás Márquez, biógrafo del presidente, había dicho sólo dos días antes del ataque que la homosexualidad es “insana y autodestructiva”. Ahora elige una sola frase de nuestra nota y descarta el resto, para instalar una idea distorsionada del crimen y desentenderse de su evidente responsabilidad. El fin último de esa maniobra, sin embargo, no es un lavado de manos individual: es impedir que la reflexión y el debate nos lleven a la única conclusión posible: que en medio de este clima social ningún discurso de odio es fortuito, y mucho menos, gratuito. El triple lesbicidio de Barracas es la prueba más evidente.

15/5

La crónica recibió, también, comentarios críticos desde sectores progresistas, condenando que hubiéramos incluido el dato. ¿Qué se supone que debíamos hacer? ¿Ocultarlo porque no encaja dentro del molde del victimario perfecto?
Las miradas planas del mundo, aquellas que suprimen los grises definiéndolo en blanco o negro, lo único que hacen es obturar un debate cada vez más urgente: los problemas son complejos, y por lo tanto, las posibles soluciones también.
El triple lesbicidio de Barracas sugiere que la violencia machista no depende (solamente) de la ideología o las simpatías políticas. Tiene una raíz atávica en el patriarcado. Y sabemos, lamentablemente, que no es un patrimonio exclusivo de la derecha ni de los fanáticos de Milei.