24/7/2024
La pregunta “¿Dónde está Tehuel?” es un reclamo colectivo que puede continuar vigente, incluso después de este juicio. Como contamos en nuestra cobertura colaborativa, los procesados eligieron dos vías diferentes para ser juzgados: Ramos optó por un Tribunal técnico (tres jueces), mientras que Montes será juzgado por un jurado popular, sin fecha prevista aún. Ninguno de los dos aportó datos de relevancia para la investigación, y se presume que tienen un “pacto de silencio”: si bien está probado que fueron los últimos que vieron a Tehuel, la noche del 11 de marzo del 2021, nada se sabe del después, y es poco probable que este juicio oral ayude a dilucidarlo.
En ese marco la acusación -integrada por la Fiscalía de juicio y lxs abogadxs de Norma Nahuelcurá, madre del joven trans- viene trabajando en probar lo que desde un principio constituye su hipótesis de juicio: que Ramos no solo mató a Tehuel, sino que lo hizo mediando una situación de odio hacia su identidad de varón transexual.
Este jueves se realizará otra audiencia y el viernes serán los alegatos, en donde las partes deberán decir sus últimas palabras y Ramos tendrá una nueva y última oportunidad de declarar.
En esta nota, un breve resumen de las primeras jornadas del juicio.
Día 1 | Lunes 15 de julio
Declararon seis personas, entre ellas la madre de Tehuel, su novia, vecinxs y una expareja de Ramo. Norma contó que a su hijo le gustaba jugar al fútbol, que desde el 2015 participaba de agrupaciones o movimientos de izquierda. Que cuando desapareció, a su novia Michelle no le tomaron la denuncia porque era menor de edad. Reconoció que para Tehuel, y para todxs, “era mala la situación económica. Me decía, no consigo trabajo, y estaba un poco nervioso”.
Michelle afirmó: “Yo era la pareja de Tehuel, soy la pareja. Estuvimos dos o tres años. Nos conocimos a través de una página de Facebook y nuestro primer encuentro fue en Moreno”. Contó que Ramos identificaba a Tehuel en femenino, que se dio cuenta cuando lo llamó para preguntarle si sabía dónde estaba su novio. En cambio, a Tehuel le decía “bro”.
-¿Se ofreció a buscarlo? -, preguntó el Tribunal.
-No, no se ofreció a buscarlo. Nosotros con la familia buscamos a Tehuel aparte. Él nunca dijo: Yo puedo colaborar con la búsqueda.
También declaró una expareja de Ramos y contó que ejercía violencia de género contra ella: no la dejaba participar de las charlas que tenía con otras personas, perdió un embarazo a causa de una golpiza de su parte y se separó tras denunciarlo por abusar a su hijo. Dijo, además, que a Ramos “no le gustaba que los hombres estén con los hombres y las mujeres con las mujeres: le daba bronca”.
Un vecino de Korn y ex compañero de militancia de Ramos dijo que a Tehuel “Ramos le decía chico-chica, no sé”.
-¿Y lo nombraba como si fuese un solo nombre? ¿chicochica?- preguntó el Tribunal.
-Sí, “era una chica que era un chico”, me dijo Ramos. Él me contó que le había prestado dinero en varias ocasiones.
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Día 2 | Martes 16 de julio
Estaba previsto que declaren trece personas, pero solo lo hicieron ocho. También fueron vecinxs de Alejandro Korn y familiares del imputado, que dieron cuenta de que Ramos intentó esconderse en casa de un familiar para evitar ser capturado por la policía tras la desaparición de Tehuel.
Iara fue la primera testigo: contó que estaba sentada tomando mates en el patio de su casa de Alejandro Korn cuando una amiga de su madre llegó a su casa y les contó que había ido a la casa de “los carreros” (por Ramos y Montes) a buscar a su pareja, amigo de los imputados, y que había visto un tacho con sangre.
-Ella nombraba a Ramos, lo escuché. Eran las 11 y media de la mañana. Fue uno o dos días después de que (el caso) salió en la tele. Vino la amiga de mi mamá a contar eso. A las 12 de la noche la policía de civil vino a buscar a mi mamá, yo la acompañé y ahí la fiscal Guyot me interrogó.
David, otro vecino, contó que salió con un amigo a cartonear el día después de la desaparición de Tehuel. Dijo que Ramos les ofreció un colchón y que él se lo llevó a su casa porque le servía. Días después acudió a la policía.
-¿Por qué avisa a la policía?
– Porque me habían dicho que iban a entrar casa por casa. Se rumoreaba eso. Que iban a entrar casa por casa con perros. Porque querían pruebas, buscaban a Tehuel por el campo. El colchón tenía una mancha superficial como de humedad. Recortaron un cuadradito y se lo llevaron. Al tiempo vinieron y se llevaron el colchón entero.- contó.
Otro vecino, Ricardo, dijo que el 11 de marzo estaba con un amigo en la canchita del barrio y vio al imputado pasar con Tehuel. Y recreó una escena bastante repetida en los testimonios: la de Ramos “a los piedrazos” con un grupo de chicos que jugaba a la pelota, y Tehuel esperándolo en la vereda.
-Lo que puedo decir es que el acusado pasó con la persona que está desaparecida. Yo estaba en la esquina de mi casa, en la plaza, con un vecino. Eran entre las 5 y las 7 de la tarde, cuando salí de trabajar de los countrys.
-¿Recuerda cómo estaban vestidos?
-Me acuerdo que Tehuel tenía campera negra. Ramos no me acuerdo. El acusado se estaba agarrando a los piedrazos con otros chicos y Tehuel lo esperaba en la vereda. No sé por qué se tiraban piedras, Tehuel esperaba al acusado y después se fueron por la calle Florencio Sánchez.
La tercera testigo fue la prima de Ramos, C. La mujer contó que su primo no pasaba a saludarlos desde hacía años, hasta que un día, a mediados de marzo…
-Golpean la ventana y era él. Llegó entre las 9 y 10 de la noche y preguntó si se podía quedar a dormir, dijo que se había peleado con su pareja y le dijeron que si. Se quedó dos noches. Después se fue porque mi mamá lo echó. Nunca salió de la pieza de mi papá.
-¿Por qué lo echaron?
-Porque cayó la DDI, entonces mi mamá lo echó. Se ve que se dio cuenta y salió por atrás, cuando se fue me pidió que no diga nada, estaba con un cuchillo en la mano y me dijo: “Por favor prima yo no estoy acá, por favor prima no digas nada”. Yo no tenía idea de por qué lo buscaban, me asusté porque estaba con un cuchillo en la mano y dije (a la policía) que no estaba.
La tía de Ramos, madre de C., contó que la primera noche en que Ramos se quedó, tomaron mates juntos mientras charlaban y oraban: dijo que el imputado le leyó la Biblia. Al otro día su sobrino estaba “en muy mal estado” y llevaba una mochila puesta. Se la abrió y vio que Ramos había robado el carnet de discapacidad de su marido, perfumes, que tenía un cuchillo y blisters de la medicación de su marido. En ese momento lo echó.
-La policía fue a mi casa, mi hija estaba asustada porque estaba con mis nietos, él se dio cuenta y salió corriendo para el fondo y se tapó con la lona de una pileta. La amenazó con un cuchillo.
Alejandro, otro vecino de Ramos, dijo que eran “amigos de tragos”. Contó que un día llegó a su casa luego de trabajar y se encontró a Ramos metido adentro de una bañera que él tenía en el patio.
-El me dice por favor no me denuncies, y entra a mi casa, por la puerta. Yo voy hacia el freezer y saco una jarra de vino y le pregunto, ¿qué pasó loco? Yo no hice nada, me dice, pero estaba nervioso.
Alejandro fue a ver a otro vecino y vio que la calle estaba llena de policías que buscaban “a una chica desaparecida”. Ahí decidió echar a Ramos de su casa, porque no quería tener problemas con la policía.
-Él me dice: Mirá Alejandro, yo no hice nada, yo no la maté.
-¿Él tenía algo? ¿Algún elemento, algo?
-Tenía un bolsito con un cuchillo.
-¿Ramos hacía referencia a esa persona como Tehuel? ¿Yo no la maté o yo no lo maté?
-Tehuel no sé qué era, no lo conocía. No puedo clarificar si él me dijo yo no la maté o yo no lo maté.
-Yo a la chica no la conocía y tampoco sé si eran amigos. Nuestra relación (con Ramos) era de compañeros de tragos.
Mario, otro vecino de Korn, contó que “ese día estaba jugando a la pelota con los pibes en la canchita del barrio y apareció Ramos y los empezó a correr. La chica se quedó como si nada, encapuchada, pero Ramos se dio vuelta y sacó un cuchillo”.
-¿Cómo sabías que era Ramos si no lo conocías?
– Los pibes del barrio sí lo conocían, como Luiggi.
Mario contó que sus amigos le dijeron que Tehuel había ido algunas veces a jugar a la cancha, pero él nunca lo vio: no lo conocía.
Mientras la audiencia seguía su curso y el testigo se levantaba de la silla, la secretaria anunció que la próxima testigo, R. A., no sería llamada a declarar. Rápidamente llamaron al estrado a P.M., la última testigo de la jornada. Ella entró a la sala y mientras se acomodaba para declarar, se oyó a una mujer en el pasillo. Era R.A.:
-¿En serio deje a mis hijos tantas horas solos?
P.M., que según la acusación es la pareja actual de Ramos, declaró:
-Yo soy una chica de limpieza, conozco a Ramos. Trabajaba con él, le ayudaba a limpiar la casa y cuidaba a la mamá.
-Ese día que faltó Tehuel yo trabajé, llevé a su mamá al médico pero nunca llegó. Nos fuimos. Dejé en la casa a la mamá de Ramos y me fui. La relación con Ramos era laboral. Hubo algo, tuvimos relaciones sexuales, pero no éramos pareja.
La fiscalía le preguntó si sabía por qué el imputado estaba detenido, ella contestó que sí, que por el asesinato de Tehuel.
-Que yo recuerde no tuve comunicación con él.
– Él tenía celular, sí. A la noche hablamos.
-No hablé con él por lo de Tehuel.
-Hay omisiones de la testigo. Si sigue así, será acusada de falso testimonio– dijo un abogado de la acusación.
P. fue la última en declarar en el juicio por Tehuel. Estuvo 8 horas aislada en el cuarto contiguo a la sala donde se llevó adelante la audiencia. Cuando se sentó frente a los jueces, teniendo al principal sospechoso a su derecha, sus declaraciones, según la Fiscalía y los abogados de Norma, evidenciaron contradicciones. “La testigo obstaculiza la investigación por negar hechos ya incorporados en el expediente”, afirmó Cristian González, abogado de la familia de Tehuel. Este argumento fue el que utilizaron, junto con la Fiscalía, para pedir su detención, que fue convalidada por el Tribunal.
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Día 3 | Miércoles 17 de julio
La jornada comenzó con la novedad de la reciente detención de P., que la acusación presume como “actual pareja” de Ramos, por presunto falso testimonio. Declararon testigos y funcionarios policiales, que describieron su trabajo hasta llegar a dar con el actual imputado como principal sospechoso.
“Nos vimos en la necesidad de volver a tomar declaraciones de los imputados, buscando datos puntuales para poder encontrar a Tehuel”, explicó un policía. Después de entrevistar a Ramos, “pasado mediodía recibimos una información técnica de movimientos del celular de Tehuel y pedimos los movimientos de una tarjeta en un banco de Korn, y esa información estuvo contrapuesta a lo que dijo Ramos, ubicaba a Tehuel en un lugar distinto al que conocíamos. Ahí se establece una relación de poder, y por eso sugerimos el registro de la vivienda de Mansilla donde supuestamente había estado Tehuel”, agregó el funcionario.
En la visita a la casa de Ramos hallaron manchas hemáticas, restos de ropa y pedazos de un teléfono celular. “Al día siguiente organizamos con el jefe distrital un rastrillaje para buscar más información sobre el paradero de Tehuel. Colocamos una carpa en la plaza del barrio y salimos a entrevistar a los vecinos”, contó otro agente. Más testigos policiales dieron cuenta de que los objetos -celular, campera quemada y carcasa de teléfono- hallados en casa de Ramos fueron secuestrados. Y uno advirtió que “los nombres de Ramos y Montes eran los que se barajaban durante la investigación. (Tehuel) era la única persona trans desaparecida que hubo en esa zona”.
Declararon efectivos que fueron hasta Avellaneda a buscar a Ramos, y advirtieron que según varios testigos el hombre se había rapado y cambiado su apariencia.
Por último, declaró un perito informático que con el usuario y contraseña de Tehuel pudo desplegar en Google el trayecto de su celular. “Mansilla 1212 fue el último lugar” donde se registró la ubicación de Tehuel. Era la casa de Ramos.
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Día 4 | Jueves 18 de julio
Un total de 15 personas brindaron testimonio, entre civiles, peritos judiciales y policiales que fueron indagados por las pruebas recolectadas en la casa del imputado. Otra testigo dio cuenta de que Ramos había intentado esconderse en casa de su tía y prima, y reveló que cuando conoció al hombre estaba “pelado, con boina, pantalón de jean y campera».
Tres peritos de la policía científica declararon que tras una inspección ocular, se levantaron “filamentos pilosos” (pelos) debajo del colchón. En la habitación se relevaron manchas rojizas en una de las paredes donde también está ubicada la salamandra, a la altura de un metro cincuenta aproximadamente. Y además hallaron envoltorios de profilácticos. “Hay manchas pardo rojizas sobre la pared blanca o amarillenta, y dentro de la salamandra había dos envoltorios de profilácticos verdes. Las gotas no eran pequeñas, se veían gotas no pequeñas, a simple vista, como salpicadas”, dijeron.
Esa sangre, según pericias hechas durante la instrucción, era de Tehuel.
Los testimonios de otros peritos dieron cuenta también de los indicios hallados en casa de Ramos: la tapa trasera (carcasa) de un teléfono Motorola y “fragmentos de tela combustionados azul y roja” que fueron recolectados e incautados: pese a estar quemados, la acusación cree que puede tratarse de la ropa que Tehuel vestía al momento de desaparecer. En el pozo de baño hallaron preservativos sin contenido. Declararon no saber si estaban usados o no: su rol era recolectarlos, y luego se supo que durante la instrucción, los preservativos no fueron peritados.
Los policías contaron que en la casa de Ramos, también hallaron una estrella pintada de rojo con una especie de perimetral alrededor y una cruz detrás, que describieron como una “estrella de David”.
Un bioquímico declaró que las manchas rojizas de la pared “eran de sangre humana” y en cambio, las manchas halladas en el colchón (del que se presume Ramos habría querido desprenderse) no lo eran. “En las manchas secas es imposible sacar el grupo y factor, no se determinó. No tuve información oficial del resultado del ADN”, declaró el profesional.
Una funcionaria policial detalló los últimos momentos que pudieron ser captados de Tehuel a través de cámaras públicas de seguridad. En la última grabación pudo verse a Tehuel caminando, pasando frente a un supermercado. Llevaba una campera azul y roja y una visera negra. Le mostraron a la policía los restos de tela hallados en casa de Ramos, pero advirtió que la tela estaba “muy dañada” y no podría decir si efectivamente era la que vestía Tehuel o no.
Otro policía declaró, como habían hecho otros la jornada anterior, que hizo peritajes sobre la cuenta de Gmail de Tehuel: “Del celular del imputado (se relevaron) conversaciones de WhatsApp y fotografías que suscriben al día del hecho, sobre todo imágenes donde se veía a Ramos en una suerte de reunión privada” con Montes, el otro imputado, y Tehuel. La cuenta del joven trans, confirmó, se conectó a la nube por última vez en la medianoche del 12 de marzo.
Los últimos en declarar fueron policías que participaron de allanamientos y posterior detención de Ramos. Contaron que cuando lo increparon “no se resistió”, que estaba “bajo efectos de alcohol o estupefacientes, desaliñado y sin bañarse. Cuando convocamos a un testigo y lo revisamos, vimos que tenía en su mochila un cuchillo y un blíster de pastillas”.
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Día 5 | Viernes 19 de julio
Durante esta jornada declararon más policías, testigos de allanamientos e incautaciones y peritos psicológicos que dieron cuenta tanto de la personalidad de Ramos como de la de Tehuel. “A través de entrevistas a su entorno se indagó en la dinámica de la conducta para establecer conductas típicas y atípicas anteriores al hecho y la potencia de riesgo a partir de estas características”, explicaron sobre las entrevistas que realizaron a la familia de Tehuel.
Describieron a Tehuel como una persona “tímida, retraída, que tenía dificultad para expresar sus pensamientos. Su estado de ánimo del último tiempo era más preocupado y aislado que lo normal y refieren que era por su situación económica: porque él era sostén del hogar de su pareja e hijo, y estaba mal porque no podía hacerse cargo de esto”.
“Tehuel encontraba en Luis a alguien que le daba dinero. Y trabajo. Esto lo contó Michelle” (su pareja), expresaron. Y además advirtieron que “de lo que pudimos recabar (la relación entre Ramos y Tehuel) no era relación simétrica, había una relación de poder. El hecho de darle trabajo cuando él tenía necesidad de cumplir ese sueño de ser sustento de hogar. Al ser un ofrecimiento de trabajo recurrente, entendemos que hay una relación asimétrica en cuanto al dinero”.
Otra perito psicológica contó cómo fue su entrevista con Ramos: “Observamos una persona colaboradora, dispuesta, intentando agradar y siendo empática con la causa. Locuaz, verborrágico, ubicado en tiempo y espacio. Pero estas características son manipuladoras, para convencer y manipular al otro”, declaró la especialista. Frente a la pregunta del Tribunal sobre cómo determinan si un discurso es manipulador o no, otro perito explicó que “la colaboración estuvo en toda la entrevista, pero el discurso iba cambiando. Era defensivo y exculpatorio. Él se manifestó amigo de Tehuel, en todo momento se refirió a él como amigo, pero relatando vivencias, no emociones. No había angustia frente a la persona desaparecida”.
Más tarde declaró Andrea, una militante del MST, organización en la que tanto Ramos como Tehuel participaron alguna vez. Contó que ella misma había pedido que echaran a Ramos porque se había enterado de que vendía estupefacientes, y que cuando él se fue, varias otras personas, hombres y mujeres, se fueron con él. Incluido Tehuel.
Andrea contó que un día se cruzó con Tehuel: “Le pregunté por qué se vinculaba con Luis, y ella me dijo que porque la ayudaba económicamente: le daba trabajo y plata”. “Tehuel era hermosa, una persona hermosa, de corazón. Luis dijo que era un ‘desperdicio de mujer’ que se haya convertido en hombre (…). A Luis no le gustaban ni las lesbianas ni las trans, lo sé porque lo hemos charlado”, agregó la militante.
Durante esta última jornada, la acusación intentó sin éxito que el Tribunal aceptara testimonios de personas trans y travestis expertas, un recurso de litigio que tiene antecedentes en juicios como el del travesticidio de Diana Sacayán. Sin embargo, los jueces consideraron que un testimonio así no era “útil ni pertinente” en el marco de este debate oral.
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Día 6 | Jueves 25 de julio
Se espera que declaren ocho personas y será la última jornada de testimonios.
Día 7 | Viernes 26 de julio | Alegatos
Las partes harán sus alegatos. La Fiscalía de juicio y el particular damnificado (abogadxs de la madre de Tehuel) intentarán demostrar que Ramos mató al joven trans y con el agravante de odio por su identidad de género. La defensa planteará sus razones y argumentos para evitar la condena. Lxs jueces del TOC N° 2 de La Plata darán su veredicto a fines de agosto.