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Violencia institucional

La Mala Fama

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Este jueves empezó el debate legislativo por la baja de edad de punibilidad de 16 a 15 años. Las organizaciones sociales en defensa de la niñez y la adolescencia repudiaron la iniciativa encabezada por el macrismo y anunciaron un plan de resistencia. Uno de los puntos críticos es la estigmatización mediática y policial. En el libro «Mala Fama», el escritor Benchi Calligo analiza lo que denomina como «periodismo parapolicial» sobre «la banda de la frazada», un grupo de chicos y chicas de la calle que dormían en la plaza San Martín. Aquí publicamos fragmentos de un texto que recupera voces de los jóvenes que pasaron por el circuito de cárceles, institutos de menores y la violencia punitiva. 





Por Benchi Calligo 

Publicada: 29/03/19

«… durante 2008 la agenda mediática estuvo dominada por las repercusiones que tuvo el asesinato del ingeniero Barrenechea en San Isidro, del que se acusó a un chico menor de edad y por el debate surgido luego de que el gobierno bonaerense instalara la idea de bajar la edad de punibilidad de los 16 a los 14 años. Un fenómeno similar había ocurrido cuatro años antes, luego del asesinato de Axel Blumberg (Cytrymblum, 2009)».

«…nos parece importante comprender los procesos actuales de estigmatización en un marco general que incluye: a. El desprecio por lo juvenil dentro del proyecto capitalista, evidenciado en la Masacre de Cromagnon de 2004 o la fiesta de Time Warp; b. La disputa por las narrativas sobre seguridad, donde la llamada “mano dura” vino ganando adhesiones; y, c. El auge punitivo de un sector de la sociedad que defiende las acciones directas de violencia punitiva, como el ataque que sufrieron lxs chicxs en plaza San Martín o los “linchamientos” en situaciones de robo que fueron “furor” mediático en 2014.

Sin caer en fatalismos, ninguno de estos fenómenos va a definirse a corto plazo a favor del pueblo. La insistencia en la baja de edad de punibilidad, el desfinanciamiento de las políticas de protección y promoción de la niñez, la desjerarquizacion, recortes y cierres de áreas y programas clave, la represión a la protesta y a los espacios de participación infantiles y juveniles, la exaltación y defensa del Gatillo Fácil (Doctrina Chocobar), la falta de profundización de políticas en materia de género, el ataque sostenido a la escuela pública, el privilegiar los centros urbanos en detrimento de los barrios, la falta de trabajo, el aumento de la pobreza y la desigualdad; en suma, el conjunto de medidas económicas y políticas sostenidas por el gobierno de la Alianza Cambiemos tras su asunción en diciembre de 2015 significaron un retroceso en la ya difícil tarea de revertir los procesos de estigmatización mediática de los sectores juveniles y la pobreza».

(Fragmentos extraídos de la introducción del libro «La Mala Fama», escrito por Benchi Calligo y editado por Malisia) 

Benchi Calligo. Crédito: Manuela Mendy

                                               

» No se trataba de un grupo fijo; cada tanto había quienes llegaban, se quedaban o se iban. La mayoría tenía entre 10 y 14 años, pero incluso había chicxs desde los 6 y hasta los 17. Lxs más grandes nacieron cerca de 1991, el año de la convertibilidad de Cavallo. Estaban aprendiendo a caminar cuando el gobierno privatizaba las empresas estatales y los recursos estratégicos; mientras lxs más chicos llegaron al mundo con el cambio de siglo, “los parieron cuando el corralito, el déficit cero, los recortes a la salud” (Badenes, 2009a). Luego de 2001 una combinación de causas, entre ellas el desempleo, la expulsión de las instituciones y distintos cambios en las relaciones familiares, hicieron que todxs estxs chicxos llegaran a la calle de la mano de la crisis económica y hasta algunos años después de ella. En casi una década de habitar la calle nunca habían llamado mucho la atención; sin embargo, desde comienzos de 2008 habían aparecido repetidas veces en las secciones policiales de los diarios locales. En La Plata había cientos de chicxs sobreviviendo en la calle, pero en aquel momento fue como si solo ellxs fueran el problema. ¿Qué había cambiado de un año a otro? ¿Qué hechos, procesos y agentes se combinaron para convertir en “producto noticiable” a un grupo de chicxs en la calle?».

(Fragmento del Capítulo I: «La irrupción de un problemón»)

» Durante una de las entrevistas en la cárcel, a José se le leyó una nota del diario Clarín del año 2003, cuando él tenía apenas 8 años de edad. La nota señalaba que “tres hermanitos (…) ya fueron detenidos 40 veces por episodios de robos o arrebatos en pleno centro de la ciudad”16 y sobre el final de la nota había declaraciones del Comisario que por entonces era el jefe de la Comisaría Primera de La Plata. José se indignó cuando se enteró que la nota estaba publicada en Internet:

José: —Pero nosotros le podemos hacer un re juicio a la comisaría primera, si ellos nos están REensuciando, eso pasó hace una banda y todavía siguen sacando, `pará´, si nosotros no somos más menores. Ya estamos todos en cana.

En el castellano, el tiempo aparece codificado en el verbo. Los gerundios suelen hacer referencia a acciones que suceden en el momento del discurso, o sea, que están en pleno desarrollo. El uso que hizo José del verbo “estar” (en presente) más el verbo “ensuciar” (en gerundio) parece marcar que el “ensuciarlos” tenía su efecto propiamente en el presente, o sea, al momento de la entrevista: “nos están REensuciando”. Durante la misma conversación, José continuó hablando con enojo. En una de sus últimas visitas su madre le había contado que se encontraba en su casa mirando un noticiero de televisión cuando de pronto pusieron en la pantalla un video donde aparecía él durante un robo:

José: —Mi vieja fue y se quejó al juzgado, todo, por esto, boludo, fue y le dijo mi vieja `mi hijo está en cana hace un año y nueve meses ¿tanto lo van a ensuciar por la tele, por el diario? Mi hijo ya está en cana, ya está pagando las cosas, lo que hizo en la calle ya lo está pagando en la cárcel´…corte que nos estaban REensuciando».

(Fragmento del Capítulo II: «Ensuciar: escrachados fuera de tiempo»)