El fiscal llegó antes que nadie. Al habilitarse la sala de audiencias era la única persona sentada en la sala, en su lugar. Por momentos cerraba los ojos, por momentos revisaba su teléfono celular.
Cuando ingresó al Juzgado saludó a una de las decenas de policías federales que custodiaban el edificio del Tribunal Federal de la ciudad de General Roca adentro y afuera. Antes de iniciar la subida por la escalera recibió un buen deseo. Va a estar todo bien, doctor, le dijo un policía.
Fiscal Rafael Vehils Ruiz.
Desde las 7:25 am hasta que se habilitó el ingreso general, el fiscal Rafael Vehils Ruiz estuvo solo en la sala. Entraron la prensa y la familia de Nahuel. Se llamó a un breve cuarto intermedio y después todos regresaron, junto al Tribunal, cerca de las 11 para presenciar la lectura de la decisión final.
han soltado los albatros
Este miércoles 29 de noviembre de 2023 en la sala de audiencias Alfredo C. Nielsen se leyó el veredicto que los jueces federales Alejandro Silva, Simón Bracco y Pablo Díaz Lacava entendieron como justicia por unanimidad: condenar a Sergio Guillermo Cavia por considerarlo autor material responsable del delito de homicidio agravado por haber sido cometido mediante la utilización de arma de fuego y con exceso de legítima defensa, a 5 años de prisión e inhabilitación especial por 8 años.
Jueces alejandro Silva y Simón Bracco
Eran cinco los prefectos procesados por la muerte de Rafael Nahuel en 2017 en Bariloche. Francisco Pinto, Juan Obregón, Carlos Sosa y Sergio García fueron condenados a 4 años y 6 meses de prisión e inhabilitación especial por 7 años por el tribunal oral criminal federal de General Roca ya que los consideraron partícipes necesarios del delito de homicidio agravado cometido por Cavia.
Los 5 condenados no tendrán prisión preventiva: serán detenidos cuando la sentencia quede firme. Hasta tanto no podrán abandonar el país ni retirarse de su domicilio por más de 24 horas salvo que avisen con anticipación.
en el medio del bosque
Pero antes de los 6 minutos que tardó la lectura del veredicto hecha por el presidente del tribunal, los cinco procesados tuvieron un momento para decir las palabras finales. Todos hicieron uso de ese derecho y dijeron casi lo mismo: que obraron en cumplimiento del deber, conforme a derecho, sin cometer excesos y con una orden judicial que los legitimaba.
Cavia agregó que tenía fe en que se iba a hacer justicia; Obregón dijo que respetó la vida propia y la de terceros en cuanto se pudo. García dijo que actuó en este “lamentable hecho conforme a derecho”.
Todo fue escuchado y visto en una pantalla, porque ninguno de los acusados pisó el Tribunal Federal en ninguna de las audiencias: siguieron el juicio desde sus casas, conectados a internet. Recibieron la sentencia en las mismas circunstancias.
donde dice tierra ancestral
Durante el debate oral hubo dos querellas: una por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación con el abogado Mariano Przybylski como representante, y otra por parte de los padres de Rafael Nahuel con los abogados Rubén Marigo y Ezequiel Palavecino. En los alegatos ambas querellas pidieron prisión perpetua para los 5 prefectos por homicidio agravado.
En la pequeña sala de audiencias, la fiscalía y las querellas.
El pedido de pena máxima se desprende de lo que el abogado Marigo entiende es un delito político, un delito de violencia institucional pero fundamentalmente una deuda de la democracia: no haber terminado con prácticas que vienen de la dictadura militar. Se refiere a usar el aparato estatal (en este caso las fuerzas de seguridad) en contra de ciudadanos comunes.
La defensa fue por la absolución, no reconoció ningún delito pese al resultado de una persona muerta y dos heridos de bala del mismo lado. El fiscal Vehils Ruiz, por su parte, pidió 5 años de prisión para los acusados. No consideró quitar el atenuante en la acusación original de homicidio en exceso de legítima defensa y fue por la idea de un enfrentamiento entre las partes. Esta posición, pese al pedido de las querellas, limitó la decisión del Tribunal en la sentencia: la pena más alta fue la que pidió el Ministerio Público Fiscal.
leen coto de caza los perdigueros que olisquean
Rafael Nahuel fue alcanzado por un disparo por la espalda y murió el 25 de noviembre de 2017, tenía 22 años. Quienes lo acompañaban también fueron heridos y no estaban armados: oficiaron de testigos en una de las jornadas del juicio que ayer terminó.
El miércoles 29 de noviembre, día del veredicto, la mamá de Rafael Nahuel cumplió años. Graciela es una mujer bajita, llevaba zapatillas negras de caña alta, medias de color rosa, un pantalón animal print y una remera mangas largas con otra blanca encima con la cara de su hijo asesinado. La misma remera llevaban Alejandro, el padre y Ezequiel, el hermano. En el día de su cumpleaños Graciela tuvo que estar lejos de su casa en Bariloche, a 481 kilómetros, porque le falta un hijo y busca justicia.
Llevaba dos hebillas con brillos en el pelo, y una bolsa de tela de Unelen que revisaba buscando alguna cosa. Hacía gestos como de revolver algo en la boca mientras escuchaba y miraba lo que decían los jueces sobre los acusados de la muerte de su hijo, los culpables que estaban en sus casas -¿qué masticaría Graciela? ¿bronca?-.
La esquina de España y San Martín. Detrás de la valla, el Juzgado.
Afuera, al sol, dijo frente a un micrófono que no está conforme, que esperaba más, que está desilusionada. El abogado Marigo aseguró que apelarán, Horacio Pietragalla Corti, titular de la Secretaría de Derechos humanos de la Nación que acompañó la jornada, dijo que a pesar del cambio de gestión que se acerca, esa también es la intención de la Secretaría.
El 29 de Diciembre de 2023 a las 11 hs. es el día fijado para dar a conocer los motivos en los que se funda el veredicto conocido el miércoles. Que tengan un excelente día, cuídense, fueron las palabras del juez antes de dejar el recinto.
En 2017, el año del hecho juzgado hoy, la poeta neuquina Silvia Mellado escribió:
Rafael Nahuel
han soltado los albatros
en el medio del bosque
donde dice tierra ancestral
leen coto de caza los perdigueros que olisquean
gustosos un pedazo de tu muerte