Julio Ariel Milat es naturalista y acompaña tareas que buscan concientizar sobre la importancia de defender el humedal. Dirigió el Museo Ornitológico y Centro de Interpretación Ambiental (MOCIA) y actualmente se desempeña en el espacio de Educación Ambiental y Patrimonio Natural, en el área de Cultura del municipio de Berisso.
—En distintas oportunidades acompañaste el reclamo de los vecinos en defensa del humedal del arroyo El Pescado, ¿cómo analizás este conflicto?
—En el avance inmobiliario desde Sicardi, barrio Aeropuerto, desde el partido de La Plata hacia la zona del Pescado se conjugan varios factores. La pandemia, con este mensaje de quedarnos todos en casa hizo que nunca se avanzara tanto en todos los ambientes naturales como en los últimos años, alentó el avance inmobiliario. No hemos tenido una situación de desborde del arroyo, sino todo lo contrario; el déficit considerable en el registro de lluvias en los últimos tres años alienta el interés en estos espacios. Acá pasa que se baja un poco los brazos y los privados, generalmente con anuencia de los gobiernos, avanzan, esto es el lucro inmediato. El arroyo es un humedal importantísimo que no está contaminado pero hay una voracidad de espacio, de tierra, de proyectos inmobiliarios como nunca antes sucedió. Es algo que estamos viendo en otros lugares. Estuve el otro día en la zona de Los Talas donde por ejemplo se avanzó muchísimo, se loteó prácticamente hasta la misma orilla, algo que representa una locura total.
—Este humedal tiene, además zonas más bien bajas y secas, otras inundables y se está permitiendo el avance de construcciones en áreas aledañas a esos espacios.
—El arroyo el Pescado generalmente tiene todos los años un cauce normal pero cuando vienen grandes lluvias, hay zonas que se denominan cauce de inundación, que es el lugar que ocupará el agua cuando el caudal exceda sus límites naturales. Eso lamentablemente no sucede. No tenemos problemas por la incidencia del río en Berisso con el arroyo El Pescado pero lo han visto en los últimos días a la altura de Ignacio Correas, allá no llega el río y se reporta el cauce de las lluvias por lo que existe una gran seca. Lo mismo sucedió con el río Paraná, por eso se quemaron tantas extensiones, porque si el rio Paraná está dentro de sus límites normales, el agua desborda, llena de agua esos ambientes de pajonales y sería imposible quemarlos. Durante esta seca prolongada, lamentablemente esos ambientes se queman con muchísima facilidad y la reposición cuesta bastante.
El agua tiene memoria, cuando me cuentan que se compraron terreno en Los Talas y deben rellenar con 50, 60, 80 camiones de tosca, ahí hay un problema y parece que nadie se da cuenta. Cuando vengan las lluvias, el agua va a ir a parar a esos loteos y se va a encontrar con casas, se desviará hacia otro lado y va a ser todo un corolario de quién tiene la culpa, de si fue la gestión anterior o esta, y aparecen las obras complementarias con dos términos a los que les tengo terror: puesta en valor y saneamiento, que deriva de sanea y miento, parece que viene por ahí.
—En los últimos años crecieron los grupos vecinales en defensa de los bienes naturales y los espacios que vienen siendo arrasados por la especulación inmobiliaria, el modelo agrotóxico, las mineras, ¿cómo ves este proceso de lucha ciudadana?
—Me han convocado el año pasado y el anterior a participar de actividades en defensa del arroyo, que es un ambiente que no está contaminado. Todos están esperando la ley de humedales, yo sinceramente (y esto es una opinión personal) no creo que cambie mucho si hay o no hay una ley. Hay cuestiones que se pueden parar pero el problema es toda esta trama de jurisdicciones que no están aceitadas. Antes teníamos el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) ahora reconvertido en Medio Ambiente, está la Autoridad del Agua, pero todos actúan como compartimentos estancos. Hay dinero para comprar Amarok 0 km para todos estos organismos y poco se ve en el terreno. Siempre digo que está buenísimo la participación vecinal, pero pienso que hay algo que no funciona, que se ha naturalizado. No puede ser que sean los movimientos vecinales los que motoricen organismos que están hechos para cumplir con esto y se les paga sueldos para eso. Se ha naturalizado que las ONG sean las que motorizan el reclamo por la situación ambiental.
*Registro fotográfico del arroyo El Pescado, La Plata, enero 2023.
