El 5 de junio, Laura Abregú abrió la puerta de su casa y recibió la peor noticia de su vida: su hija Daiana Soledad había muerto en la Estación de Policía Local.
La primera autopsia, que dio como resultado que Daiana había muerto por asfixia mecánica, no cumplió con el protocolo de Minessota. Esta medida busca que los funcionarios del Estado sospechados de haber cometido crímenes puedan actuar o influir en una investigación en curso.
La Comisión Provincial por la Memoria solicitó una segunda autopsia que finalmente se realizó un mes después de la primera en la ciudad de La Plata. Al conocerse que no había marcas de ahorcamiento ni lesiones en el cuello, detuvieron a Pamela Di Bin, Adrián Nuñez, Victor Mallón, Vanesa Nuñez y Yasmin Larios, los cinco policías que cumplían funciones el día de la muerte de Daiana.
Un mes después, el fiscal Ignacio Calonje solicitó su inmediata excarcelación ¿el motivo? un informe preliminar de la Policía Federal en el que dos médicos legistas, una psiquiatra y dos especialistas en criminología examinaron los resultados preliminares de las dos autopsias que se hicieron del cuerpo de la joven de 26 años. Su conclusión fue que Daiana se quitó la vida, ahorcándose con su propia campera en la celda.
“La policía miente, Daiana no se suicidó”, dijo la CPM en el último comunicado sobre el tema. Explican que basados en los resultados finales de la segunda autopsia la Asesoría Pericial de La Plata determinó que Daiana Abregú no se ahorcó. Los peritos de la Corte bonaerense establecieron que la joven murió por asfixia mecánica por sofocación y remarcan que en su cuello existen lesiones compatibles con signos de autodefensa. Con estos elementos, el organismo que había exigido esta segunda autopsia, presentó el pedido de nulidad del informe de la Federal que determinó la libertad de los oficiales investigados.
Mientras tanto, a pedido del fiscal de la causa, especializado en violencia institucional, hay cinco policías liberados por un informe parcial y misógino frente a una parte de la población de Laprida que espera justicia.